La ciencia habla: Estas mascarillas sí son reutilizables y así se desinfectan

La pandemia provocada por la COVID-19 ha puesto en evidencia un problema que nos ha terminado afectando a todos. Al principio de la noticia, las mascarillas que existían no eran suficientes. Es decir, sufrimos en primera persona un fuerte caso de desabastecimiento. Al igual que ocurrió con los Equipos de Protección Individual (EPIs), ni siquiera los centros de salud contaban con recursos suficientes.

Debido a esta situación alarmante, la ciencia se ha puesto a investigar de qué formas podemos descontaminar equipos como las mascarillas FFP2 y FFP3 para que tengan una vida útil más alargada. El proceso debe ser minucioso, pues, de lo contrario, la efectividad de las mismas llegaría un momento en que sería completamente nula.

Gracias a los estudios realizados, se ha conseguido llegar a varias conclusiones. Así es como la ciencia desvela qué mascarillas se pueden reutilizar y cómo hacerlo.

Así se descontaminan las mascarillas

proceso termico desinfeccion

Para llevar a cabo el proceso de forma controlada y siguiendo todos los protocolos, las mascarillas se descontaminan en el interior de bolsas de aluminio y siempre de forma individual. Así, se consiguen evitar riesgos y poder hacer las pruebas de forma adecuada.

Gracias a las bolsas de aluminio, se impide el paso del vapor de agua. Esto evita condensaciones que sí podrían mojar la mascarilla, reduciendo su carga electrostática y, con ella, su efectividad de filtrar las partículas. Usando una bolsa para cada una de ellas, se garantiza el uso unipersonal, por lo que también se da una imagen de confianza a quien la vaya a utilizar.

Estos resultados esperanzadores ya se han puesto a disposición de la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciada, así como del resto del sector sanitario. Con este tipo de avances y estudios continuos, se pretende disminuir el impacto del coronavirus en el caso de que resurgiera un nuevo rebrote de la pandemia que se pueda considerar grave.