Así era de joven Corinna Larsen; la mujer que volvió loco a un Príncipe y un Rey

Hace semanas que no se habla de otra cosa. De nuevo, la amiga entrañable del rey Juan Carlos I, Corinna Larsen, ha vuelto a saltar a la palestra desvelando más secretos sobre las cuentas del emérito. En esta ocasión, parece que la cosa va cada vez a más. Tanto, que ya se está pidiendo una investigación clara sobre el asunto. Sin embargo, para entender cómo ha terminado la triste historia es bueno también conocer el comienzo. ¿Quién es ella y cómo consiguió conquistar al Jefe del Estado Español?

A principios de los años 2000, su nombre comenzaba a aparecer en los círculos más cerrados de la alta sociedad. Sucedió después de que la joven contrajera matrimonio con un príncipe, convirtiéndose de este modo en princesa. Después de eso, sobre todo en España, la conocimos un poco después. El padre de Felipe VI quedó prendado de ella y no dudó en pasearla junto a miembros de su equipo más cercano e incluso la propia Familia Real.

Una serie de circunstancias los unieron y otras parece que ahora los han separado. Descubre cómo era de joven Corinna Larsen; la mujer que volvió loco a un príncipe y a un rey.

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Importante papel junto a la Familia Real

corinna duques de palma

Desde que apareciera en la vida del emérito, si algo es cierto es que Corinna Larsen ha mantenido un importante papel dentro de la Familia Real de España. No se nos olvida la imagen recogida en mayo de 2006, en la que posa junto al rey y los por entonces Duques de Palma.

Esto deja constancia de que la familia del emérito era consciente del importante papel que jugaba la alemana en la vida de Juan Carlos I. De hecho, Iñaki Urdangarín se enviaba emails con ella, mensajes que fueron pruebas en la investigación del caso Nóos.

La época de la que hablamos coincidiría con la peor en el matrimonio de Juan Carlos y Sofía. Esta siempre miró hacia otro lado en los temas amorosos de su esposo. Sin embargo, en esta ocasión no aguantaba el que Corinna se instalara en una casa del Monte del Pardo, muy cerca de Zarzuela. El por entonces rey pensó incluso en divorciarse para pasar lo que le quedaba de vida con la princesa alemana.