La Comunidad de Madrid responde como puede a la pandemia. Se trata de una autonomía de casi siete millones de habitantes en la cual el coronavirus ha causado estragos. La vuelta al colegio y el final de las vacaciones augura un otoño caliente en Madrid, donde la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, intenta responder a la pandemia con medidas de contención y, sobretodo, con la ayuda de Ribera Salud, una empresa que a día de hoy sigue realizando una media de miles de PCR diarios para intentar poner coto a un virus que amenaza con descontrolarse por la capital, así como cientos de pruebas de seroprevalencia que se han realizado estos días a cientos de profesores.
La oposición ha criticado que Díaz Ayuso se haya echado en manos de grupos privados para, por ejemplo, realizar los test a los docentes a días de que se inicie el curso. En medio de ese caos organizativo que se ha solventado con colas kilométricas de profesores que querían realizarse una prueba de seroprevalencia, ha estado el Ribera Salud, que con un encargo in extremis ha sido capaz de solucionar una situación que podría haberse convertido en un caos.
Ha habido retrasos, sí. Muchos. Y la Comunidad de Madrid, o al menos su consejero de Educación, Enrique Ossorio, se ha disculpado por ello ya que la organización llevada a cabo desde la administración autonómica se ha encontrado con un panorama que no esperaba. Pero lo cierto es que el que Ayuso haya recurrido una vez más a manos privadas ante las miles de críticas de la oposición ha solucionado un problema logístico sin precedentes de la Comunidad, muy criticada por el Gobierno central.
El Ribera Salud no es solo quien se ha enfrentado al reto de realizar pruebas a todos los docentes de la Comunidad de Madrid. También fueron los mismos que entre el 29 mayo y el 3 de junio realizaron test de seroprevalencia a los 130.000 habitantes del municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. En este caso, no fue Ayuso quien recurrió a manos privadas, sino el Ayuntamiento de Torrejón, gobernado también por el PP, algo que le valió muchas críticas por el coste de la operación, que ascendió a los cerca de 2,5 millones de euros.
El Ribera Salud realiza test también para seis hospitales de la Comunidad de Madrid y tiene la concesión por parte de la autonomía para realizar estas pruebas en centros de atención primaria cercanos en el entorno de su laboratorio central, que está en el hospital Infanta Sofía. Su capacidad para abordar y realizar cientos de pruebas al día ha sido (y aún es) clave para combatir la pandemia en la Comunidad de Madrid. Y es por esto que la presidenta se ha echado en sus brazos para que le solucione la papeleta en muchos asuntos.
LOS DOCENTES
El Gobierno autonómico ha sido muy criticado tanto por los docentes como por la oposición por haber organizado una campaña desastrosa para realizar test de seroprevalencia a todos los profesores de la Comunidad de Madrid. El consejero de Educación de la Comunidad, Enrique Ossorio, se ha tenido que disculpar por haber sido demasiado ambicioso en su convocatoria y haber generado en la capital colas kilométricas y esperas de hasta cinco horas. Pero quienes estaban realizando todo el trabajo a contrarreloj ha sido el Ribera Salud, que a pesar del desastre organizativo han sido capaces de sacar las castañas del fuego.
Por saturación en la gestión de la realización de las pruebas se suspende la convocatoria de hoy y próximamente se recibirá comunicación con una convocatoria para viernes», han comentado desde la Comunidad de Madrid en un escrito oficial. Entretanto, el Ribera Salud ha puesto en marcha su maquinaria para sacar adelante en cuestión de días los resultados de pruebas serológicas realizadas a todos los docentes de la Comunidad más los 350 que han fichado nuevos para prevenir contagios.