La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha recordado este viernes que la «responsabilidad empieza en casa» y los padres no deben enviar al colegio a un niño con síntomas o que esté pendiente del resultado de una PCR y ha precisado que la función de la escuela «no es la conciliación»
La titular de Educación se refería así, en una entrevista en Antena 3 al caso de un centro educativo de Getafe (Madrid) que ha tenido que poner en cuarenta un aula por un alumno que acudió al centro sin la confirmación de la PCR.
«El protocolo es clarísimo, detección precoz y la responsabilidad empieza en casa; si los padres ven a un niño con síntomas no deben mandarlo al colegio», ha explicado la ministra. En el centro educativo, según Celaá «el profesor es el que ve los síntomas en el alumno y tiene que ponerse en contacto con el centro de salud, aislar a ese alumno y Sanidad es la que tiene que determinar ahora si se hacen PCR al resto».
Celaá ha destacado, no obstante, la «normalidad» con la que ha empezado el curso y ha cifrado en menos de un centenar las incidencias comunicadas en las comunidades donde los estudiantes han vuelto ya a las aulas. «La tónica es que todo ha ido sobre lo previsto y las incidencias son de ‘cero coma’. Son incidencias con un profesor, o un niño en algún caso que obliga a que sus contactos más estrechos vayan a casa durante 14 días», ha indicado.
En cuanto a la educación que deben recibir los niños que tengan que permanecer en casa por el cierre de un aula, ha explicado que esta debe ser online. «Si eso no es así, hay que recurrir al centro para que lo haga», ha indicado Celaá quien ha precisado, no obstante, que expedientar a un colegio por no hacerlo «sería muy fuerte».
Sobre el cumplimiento de las ratios, ha recordado que el Gobierno aprobó 2.000 millones para que las comunidades autónomas pudieran contratar profesores y recursos humanos para desdoblar aulas en aquellos casos en que fuera necesario.
Sobre las quejas de algunos padres sobre el hecho de que los escolares sean enviados durante el horario lectivo a otras dependencias de los colegios como la biblioteca sin tener una actividad tutelada, Celaá ha confirmado que «puede ocurrir que durante una hora haya un grupo de alumnos hacindo un trabajo on line, pero supervisado por un profesor».
Asimismo, ha agradecido iniciativas como la de hoteleros de Girona que han puesto a disposición de los centros educativos sus instalaciones en caso de necesitar más espacios para su actividad. Celaá ha calificado la propuesta de «excelente» pero ha apuntado las dificultades para materializar esta opción. «Para los centros es importante tener un plan B, pero el profesorado trabaja en muchas aulas y eso complica la organización», ha apuntado la ministra, quien ha destacado, no obstante, la labor «digna de elogio» de centros educativos y profesorado para adaptarse.
También se ha pronunciado sobre la opción de ‘home school’ que defienden algunas familias y que la ministra ha descartado. «Los niños tiene que estar en ámbitos de socialización, con compañeros y profesores y (la ‘home school’) no entra dentro de nuestro planes; hay algunos países que si lo tienen, nosotros no tenemos ese plan», ha respondido Celaá.
Por otro lado, la titular de Educación ha asegurado no tener constancia de las críticas realizadas por parte de miembros del Gobierno, concretamente de ministros de Podemos, por su falta de liderazgo en la preparación del curso escolar. «Yo me debo a la reserva y el secreto de las deliberaciones (del Consejo de Ministros), pero no hubo ninguna deliberación ni queja», ha indicado quien ha asegurado desconocer quién pudo filtrar esas discrepancias. «Eso se lo tendrá que preguntar a otra gente», ha respondido.
En cuanto a las bajas para padres con hijos en cuarentena preventiva, ha asegurado que la tarea de la escuela «no es la conciliación, sino la educación. «La sociedad le ha atribuido esa función, pero es atender el derecho de la educación», ha asegurado Celaá quien ha añadido que «hay ministerios que se dedican a estas cuestiones que puede ser la relación entre empleadores y empleados».
Sobre qué ministerio debe ser el competente para decidir sobre las citadas bajas, ha explicado que «pueden ser los dos, Trabajo a través de las mesas de diálogo social y obviamente el ministro Escrivá que es el de Inclusión y le compete».