A Cayetana Álvarez de Toledo no le ha quedado otra finalmente que afrontar los reproches de sus compañeros de partido, que han acabado por encerrarla en su despacho en el Congreso para que deje de absorber la atención de las cámaras hacia ella. Pero como Cayetana es una «española empecinada», como ella misma se ha descrito, se le ha ocurrido reciclar sus dotes de portavoz en un nuevo canal de YouTube, para poder seguir soltando las frases lapidarias le costaron su puesto.
Se le ha encerrado en su despacho casi literalmente, ya que el PP la ha sacado también del grupo de «los 44»; el grupo reducido de diputados que puede ir presencialmente al Congreso mientras dure la pandemia (la mitad, contando el PP con 88 diputados en total).
Álvarez de Toledo contempla con perceptible resentimiento que ha dejado de ser «importante», ya que como ella misma expresa en su vídeo, sobre la petición que hizo para poder seguir acudiendo a la Cámara Baja: «Tampoco pudo ser; se me explicó por la dirección del grupo que sólo pueden asistir los 44 más importantes». Con este panorama, la apertura de un canal de YouTube resulta hasta cómica, pero no porque ser youtuber sea de ningún modo denigrante, sino porque parece de película que pese a los impedimentos que le han colocado en el camino, la diputada siga siendo tan tozuda como para no dejarse callar. Así, con este portal Cayetana quiere informar a «los votantes y exvotantes» del PP de sus actividades en el Congreso.
La exportavoz ha decidido aun así seguir siendo diputada del Partido Popular, motivada por seguir creyendo que «una alternativa constitucionalista es posible en Cataluña» y porque «España no puede ser un tablero inclinado en el que las formaciones nacionalistas y la izquierda juegan con ventaja».
ADA COLAU
La alcaldesa de Barcelona suscitó gran polémica cuando empezó a subir vídeos a la plataforma el año pasado. Su serie de vídeos más comentada es la de #10semanas: diez publicaciones en las que narra el proceso de campaña electoral hacia las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019.
Su vídeo más visto roza las 70.000 visitas, aunque la mayoría de ellos destaca por tener el contador de ‘no me gusta’ a rebosar. A diferencia de Cayetana, quien, al menos en su primer vídeo, ha optado por un tono y edición serio y mínimo (el vídeo no está ni siquiera en alta definición), Colau intentó adoptar el estilo desenfadado común entre los jóvenes youtubers, con una edición dinámica, efectos de sonido y miniaturas personalizadas.
El estilo audiovisual de cada una parece incluso reflejar el carácter de los partidos políticos de los que forman parte. Ada Colau no tuvo mucha suerte. La gran cantidad de comentarios negativos y dislikes prueban que quizá no fue una estrategia comunicativa acertada. ¿Cosechará más éxito el formato de Cayetana?