La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha criticado la agresión que sufrieron dos agentes que atendían un quebrantamiento de una orden de alejamiento por parte, supuestamente, de la expareja de una víctima de violencia de género, en un episodio que tuvo lugar en Estepa (Sevilla) en la madrugada del pasado domingo.
En un comunicado, la asociación destaca que una patrulla de Osuna, alertada por la Central de la Comandancia de Sevilla, se dirigió al citado municipio al «haber saltado el dispositivo de alarma de una víctima de violencia de género». Una vez en el domicilio de la mujer, que llegó a la vivienda en el mismo momento que lo agentes, entendió que el citado mecanismo «había saltado por problemas de batería».
Sin embargo, los agentes le acompañaron al interior del piso y observaron «una puerta forzada y una sombra de una persona que, en un principio, se negó a identificarse y que resultó ser la expareja de la mujer, que había quebrantado la orden de alejamiento».
«El individuo, de gran complexión y musculatura, arremetió sobre los componentes de la patrulla, en un intento de huir del lugar. En ese forcejeo con los agentes, intentó sustraerles la defensa y el arma reglamentaria».
En un momento dado, «tras zafarse de uno de los agentes, mientras el otro le sujetaba por la cintura, el agresor cayo sobre él y le golpeó duramente el cráneo contra el suelo, provocándole una fuerte conmoción que le hizo perder la consciencia y causó una hemorragia craneal».
En este sentido, ambos agentes fueron trasladados al hospital comarcal de Osuna con diversas contusiones; al agente golpeado en la cabeza tuvieron que darle seis puntos de sutura, añade la nota. Tras un dispositivo de búsqueda, el presunto agresor fue detenido, y tras pasar a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión.
La AUGC también ha criticado que una sola patrulla preste servicio en once municipios, «en un radio de acción de más de 50 kilómetros y con una población cercana a los 50.000 habitantes». «De no haber adquirido por sus medios las fundas antihurto de sus armas reglamentarias, ya que la Guardia Civil no las proporciona, las consecuencias podrían haber sido bastante más graves». La AUGC señala que se personará como acusación particular contra este individuo.