Por qué recalentar las sobras de comida puede hacerte enfermar

Recalentar la comida es una gran forma de ahorrar dinero. Además, puede que parezca que es algo que todos hacemos. Sin embargo, que sea una práctica tan extendida no quiere decir que no resulte peligrosa. De hecho, hay ocasiones en las que, si no lo hacemos bien podemos llegar hasta a enfermar.

Cuando cocinamos en grandes cantidades, nos suelen quedar sobras suficientes. Tirarlas nos parece un desperdicio de dinero y recursos, por lo que decidimos guardarlas y calentarlas para comerlas en otras ocasiones. Esto puede ser saludable, sí, pero también perjudicial en algunos momentos.

Si no quieres arriesgarte a sufrir una intoxicación, descubre por qué recalentar las sobras de comida puede hacerte enfermar.

Cómo luchar contra la bacteria en las sobras de comida

asar pollo

Esta bacteria puede morir cuando entra en contacto con el calor. Es por eso que resulta tan importante la cocción, sobre todo cuando hablamos de productos como el pollo. Gracias a su textura, la bacteria tiene la capacidad de estar presente en toda su carne. Cuando lo cocinamos, la bacteria desaparece pero, ¿qué hacemos con los que nos ha sobrado?

Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es dejarlo enfriar. Es decir, no debemos meterlo directamente en el refrigerador. Cuando colocamos la comida aún caliente en la nevera, sube la temperatura del refrigerador, por lo que lo convertimos, sin saberlo, en una incubadora de bichos. Esto, además, no es nada bueno para la comida que ya teníamos en su interior de forma previa.

Para proceder de la forma correcta y evitar que la temperatura de la nevera suba incluso cinco grados, debemos cubrir las sobras de la comida y dejarlas enfriar a temperatura ambiente. Eso sí, no debemos tenerlas fuera más de cuatro horas. Una vez haya pasado un tiempo prudente, es el momento de guardarlas en el refrigerador.