Ciudadanos pedirá esta semana en el Pleno del Congreso apoyo para reprobar al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por las «irregularidades» cometidas en los ceses de la cúpula de la Guardia Civil anunciados a finales del pasado mes de mayo, en pleno estado de alarma derivado del coronavirus.
Se trata de una moción que es consecuencia de la interpelación que la formación naranja realizó al titular de Interior la pasada primavera y cuyo debate y votación estaban pendiente desde entonces. Durante el estado de alarma las sesiones plenarias sí incluían interpelaciones al Gobierno, pero no las mociones subsiguientes, y ésta se quedó a la espera.
El asunto llegará, por tanto, esta semana al Pleno, tres meses después de que la Cámara rechazara en junio una proposición no de ley del PP que también censuraba la actuación de Markaska por la crisis generada en el seno de la Guardia Civil a raíz de las destituciones de sus altos mandos. Y todo apunta a que esta moción correrá la misma suerte.
En concreto, en su iniciativa, los de Inés Arrimadas piden que el Congreso repruebe a Marlaska por las «irregularidades» conocidas en el cese del que fuera Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, coronel Diego Pérez de los Cobos, por negarse a informar sobre la investigación judicial relativa a la autorización de actos multitudinarios en Madrid a principios de marzo, cuando ya se estaba propagando el coronavirus.
Pero también por ser el responsable de «una de las mayores crisis vividas en la cúpula de la Guardia Civil en democracia». Tras la destitución de Pérez de los Cobos llegó después la dimisión del director adjunto operativo de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceña, y del jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, teniente general Fernando Santafé.
Ciudadanos sostiene que, al margen de las destituciones «injustificadas», el «deterioro» infringido por el ministro a la imagen de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado «es un hecho».
De ahí que plantee su reprobación por ser «sospechoso» poner en riesgo la reputación de los policías y guardias civiles «para la obtención de beneficios políticos», de destituir a importantes cargos del Instituto Armado «por no plegarse a sus peticiones ilegales y sectarias» y de nombrar «a dedo» a cargos afines «carentes de la neutralidad política exigida» a los miembros del Cuerpo.
Pero, además, la formación naranja le señala como «culpable» de haber «mentido» en sede parlamentaria en torno a las razones que llevaron a cesar a los altos cargos de la Benemérita, y de haber generado «la mayor crisis vivida en la cúpula de la Guardia Civil en décadas».
