El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería acoge este lunes el juicio contra I.F.B., el hombre de 26 años y nacionalidad rumana acusado de provocar a principios de 2017 un año un accidente de tráfico en la Rambla Federico García Lorca de Almería en el que murió una mujer y otras tres personas resultaron heridas al impactar con un vehículo tras circular de forma «agresiva» y «altamente peligrosa» en sentido ascendente por la vía, en la que se saltó varios semáforos en rojo.
El Ministerio Público reclama nueve años de prisión para el acusado así como una multa de 24 meses a razón de 12 euros diarios y la prohibición de conducir vehículos a motor durante diez años, según consta en el escrito provisional.
La Fiscalía atribuye al acusado, que se encuentra en libertad con la obligación de comparecer ante el juez, los delitos de conducción temeraria, homicidio por imprudencia grave, lesiones graves y omisión del deber de socorro, ya que cabe recordar que tras el impacto, el sospechoso abandonó su todoterreno de alta gama y se marchó del lugar hasta que seis horas más tarde fue detenido.
Los hechos tuvieron lugar el 8 de enero de 2017 cuando sobre las 8,00 horas el conductor, que iba en un todoterreno de propiedad ajena, habría encarado desde el Parque de las Almadrabillas la citada Avenida a una velocidad «totalmente inadecuada» y «muy superior a la permitida para esa vía, con una conducción agresiva (con motor muy revolucionado) y altamente peligrosa para los demás usuarios de la vía».
Así, bajo una conducción «temeraria», el acusado habría rebasado «varios semáforos que se encontraban en rojo sin detenerse» y con «absoluta despreocupación del riesgo creado con tal conducta» hasta que llego a la intersección con la calle Poeta Paco Aquino, donde tras haberse saltado otro semáforo en rojo impactó con el vehículo en el que viajaba la víctima mortal, que en ese momento se incorporaba a la vía, de acuerdo con el escrito del Ministerio Público.
A consecuencia del impacto, la mujer que falleció y su marido, quienes viajaban en los asientos traseros, salieron despedidos del vehículo y quedaron tendidos en la calzada –él con lesiones graves–, mientras que su bebé de 15 meses, quien también ocupaba la parte trasera del automóvil, resultó prácticamente ilesa. Asimismo, tanto el conductor como la copiloto resultaron heridos leves.
La Fiscalía detalla que después del impacto, que causó desperfectos en otros vehículos estacionados en la vía, y cuando su vehículo se detuvo, el acusado «se bajó del mismo, huyendo del lugar, dejando incluso el vehículo que conducía en la calzada y con total desinterés de las consecuencias de su acción». Las «arduas investigaciones» de la Policía Nacional consiguieron seis horas después practicar su detención.
El escrito de la Fiscalía da cuenta además de que, previamente a este accidente, el conductor se había saltado otro semáforo en rojo en la confluencia de la rambla con la calle Canónigo Molina Alonso «sin detenerse en ningún momento en la intersección» y «con claro riesgo con respecto al resto de vehículos», de tal modo que un taxi tuvo que realizar una «maniobra de un fuerte frenazo» para «evitar la colisión».
Pese a la situación en la que se vio el taxista, que en ese momento transportaba a un pasajero, cuando transitaba por el cruce, el acusado «atravesó la mencionada intersección a gran velocidad sin detenerse en ningún momento».
El fiscal, que también señalan a una compañía de seguros como responsable civil directa y a la propietaria del vehículo como responsable civil subsidiaria, interesa además indemnizaciones que superan los 384.000 euros para los implicados en el accidente, los damnificados por el mismo y sus familiares directos.