viernes, 13 diciembre 2024

La Fiscalía de Madrid recurre la libertad de Rafael Amargo

La Fiscalía de Madrid ha recurrido la puesta en libertad del bailador Rafael Amargo en la causa en la que se le investiga junto a otras tres personas por la presunta comisión de delitos de tráfico de droga y pertenencia a organización criminal, han informado  fuentes fiscales.

El pasado 3 de diciembre, la juez de Instrucción número 17 de Madrid, que estaba en funciones de guardia de detenidos, acordó dejar libre al artista con medidas cautelares, al igual que hizo con su mujer, con el productor de la obra ‘Yerma’ y con un amigo.

La magistrada adoptó esta decisión en contra del criterio del fiscal, que había solicitado prisión para los cuatro. Tras recibir la notificación del auto, el fiscal ha decidido recurrir la puesta en libertad de Amargo y del productor de ‘Yerma’ al entender que se den las requisitos legales para su ingreso en prisión provisional.

Ahora, el fiscal ha recurrido en apelación ante la Audiencia Provincial la puesta en libertad provisional de los mencionados. En su escrito, interesa que se revoque el auto de la juez «en el sentido de acordar en su lugar la medida cautelar de prisión provisional comunicada y sin fianza de los dos investigados» por los mismos delitos expuestos en la comparecencia del pasado 3 de diciembre, esto es, contra la salud pública en su modalidad de sustancia que causa grave daño a la salud y de pertenencia a grupo criminal.

Para la Fiscalía existen «bastantes» indicios «acreditados» de la comisión de ambos delitos. De hecho, explica en su recurso que las dos personas investigadas se venían dedicando de manera «permanente» y «de común acuerdo» a la distribución de sustancias estupefacientes, principalmente metanfetamina, en el distrito de Centro.

Los seguimientos a estas dos personas comenzaron a raíz de haberse observado un aumento «significativo» de actas de aprehensión de sustancia estupefaciente, especialmente metanfetamina, en dicha zona por lo que se estableció un dispositivo que pudo determinar el domicilio desde el que supuestamente se suministraba la sustancia «al observar un trasiego continuo de personas que entraban y salían a los pocos minutos del citado inmueble».

El referido domicilio resultó ser el de J. R. G. H. Previamente los compradores contactaban vía telefónica con una tercera persona para recoger la droga en dicha vivienda.

Consta, además, la grabación de una conversación con una tercera persona «con la que parece estar negociando la compra de un kilogramo de metanfetamina hablando de precios, cantidades y calidades diciendo que es para un productor de teatro».

La Fiscalía llega a la conclusión de que ambas personas actúan de manera «conjunta» en el desarrollo de su actividad ilícita «adquiriendo las sustancias de común acuerdo para luego repartirlas entre ellos y venderlas a terceros».

También recuerda que las sustancias intervenidas se encuentran dentro de las que causan grave daño a la salud. En concreto, precisa que la metanfetamina produce efectos sobre el sistema nervioso y posee un elevado poder adictivo y que «se considera jurisprudencialmente que existe notoria importancia a partir de los 30 gramos, por lo que la cantidad incautada excede notablemente del límite fijado».

Los detenidos están siendo investigados por la supuesta comisión de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de drogas, y otro de pertenencia a organización criminal.

El abogado defensor, Cándido Conde Pumpido, ha señalado a Europa Press que están estudiando la causa para valorar que decisiones tomar respecto al proceso penal.

En el marco de las pesquisas policiales, se han practicado varios registros en los que la Policía Nacional se incautó de GHB, ketamina, 2CB y Popper; medicamentos, así como ocho móviles y unos 6.000 euros.

Concretamente, había 100 gramos de metanfetaminas, 40 de ketamina, tres botes de Popper, varias bolsitas de mefedrona, una bolsita de 2CB (más conocido como cocaína rosa, Nexus o Tucibi), dos pequeños botes de GHB (conocido como ‘éxtasis líquido’), una caja de testosterona de la marca Propandrol y un blíster de Viagra; además de una pequeño peso, 8 móviles (uno de ellos de tecnología antigua) y casi 6.000 euros en billetes de 100, 200 y 500 euros.