Por qué no deberías apagar tu portátil

El ordenador portátil se ha convertido en una herramienta esencial. Ya sea para una empresa o para un particular, es indispensable tener uno a mano para salvarnos de cualquier contratiempo. En las casas cada vez hay más. No es raro el hogar donde la pareja cuenta con uno por persona. Incluso algunos con más ya que los hijos también lo necesitan. Sin embargo, hoy te vamos a dar un truco que seguro que no sabías. No debes apagarlo.

Lo más habitual es apagar los electrodomésticos de casa. Nunca se nos pasa por la cabeza dejar encendida la televisión e irnos a la cama. Menos aún con el horno o con la cafetera. Primero por seguridad y luego porque siempre se ha dicho que es un consumo inútil en la factura de la luz. Sin embargo, con el portátil pasa una cosa muy curiosa, es mejor que lo dejes encendido. ¿Por qué?

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Suspender un portátil

Suspender es lo mismo que poner en reposo. Pues bien, es la opción que menos consume hace cuando estamos en el modo normal del ordenador. Con este modo, el sistema sigue funcionando, la memoria y los discos duros no se reinician y siguen funcionando. Está todo preparado para que el equipo empiece justo donde lo dejamos en cuanto lo volvamos a iniciar.

Generalmente pulsando una tecla o moviendo el ratón volveremos a activar el equipo. Es la mejor opción cuando tienes que parar por un momento y no quieres tener que reiniciar todo de nuevo. Si tu portátil va lento, es la mejor opción porque de esta manera no tiene que volver a cargar de nuevo todos los programas.