Musulmanes, evangélicos y judíos de España despiden este jueves 31 de diciembre un año 2020 en el que han sufrido «duros golpes» por la pandemia de la Covid-19, con pérdidas de seres queridos y cierre de templos durante el confinamiento, aunque también con un aumento de la solidaridad y con una primera toma de contacto con el nuevo Gobierno; y desean para 2021 que la vacuna llegue a todo el mundo.
Para los musulmanes españoles ha sido «un año difícil de olvidar, compartiendo el dolor de la pérdida de seres queridos, sufriendo las dificultades y penurias que muchas personas y familias han podido pasar», tal y como ha asegurado el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Aiman Adlbi.
El 6 de abril de 2020, los musulmanes de España sufrieron un «duro golpe» por el fallecimiento del entonces presidente de la CIE, Riay Tatary, como consecuencia de la Covid-19. Según asegura su sucesor, todos los que colaboraron con él pudieron apreciar «su compromiso por la paz, la convivencia y la solidaridad».
A todo esto se sumó en los primeros meses de la pandemia el cierre de las mezquitas y la paralización de las actividades educativas y sociales, que supusieron también «un golpe muy duro para las comunidades islámicas». Si bien, también afloró la solidaridad pues desde algunas mezquitas se hicieron repartos de alimentos a los más necesitados.
Por otro lado, sobre las relaciones con el Gobierno, Adlbi ha precisado que, aunque las reuniones presenciales se han reducido «al mínimo», los contactos telemáticos han sido «frecuentes» para realizar un seguimiento de los temas relacionados con el acuerdo de cooperación.
Uno de los cambios que llegó con el nuevo Gobierno de coalición fue el traspaso de la subdirección de relaciones con las confesiones a la vicepresidencia primera del Gobierno –antes dependía de Justicia–.
EVITAR ATROPELLO DE DERECHOS
Adlbi lo ve «positivo» pues cree que «así se da una importancia a la gestión del hecho religioso en España», aunque precisa que «hay temas relacionados con algunos derechos, como los cementerios y el hiyab, donde debe haber unas indicaciones claras con el fin de evitar atropellos en la consecución de esos derechos».
Para 2021, el presidente de la CIE pide «que haya paz» y «que la vacuna alcance a todo el mundo», así como «mayor solidaridad, una casilla del IRPF para los musulmanes» –similar a la X de la Iglesia católica– y «un mayor cumplimiento de los derechos recogidos en el acuerdo de cooperación».
Por su parte, los judíos han asegurado que han vivido este año de pandemia «como el resto de españoles, con máxima prudencia, priorizando la salud y la seguridad y dejando en segundo plano otras cuestiones».
«Hemos perdido amigos, hemos cerrado nuestros oratorios y centros comunitarios y nos hemos adaptado a los sistemas que nos permitían mantenernos en contacto. Ha sido un año duro para todos. Esperamos que con la llegada de la vacuna la sociedad y la economía se vayan recuperando», han indicado fuentes de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE).
Este 2020, coincidiendo con el confinamiento, la FCJE celebró elecciones, en las que Isaac Benzaquén fue elegido nuevo presidente. Cuando se alcanzó una cierta normalidad, se reunió con la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, en un encuentro «muy cercano y enriquecedor».
Al finalizar la reunión, Calvo anunció que España confirmaba su adhesión a la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés).
15.000 SEFARDÍES CON NACIONALIDAD ESPAÑOLA
Además, en 2019 se cerró el plazo para solicitar la nacionalidad española para los sefardíes. Según los últimos datos del Gobierno, 15.000 sefardíes han obtenido la nacionalidad de los más de 150.000 que la han solicitado a lo largo de cuatro años, algo que la Federación atribuye a que «el trámite no es fácil para todo el mundo».
A esto se ha sumado la pandemia que «también ha retrasado la aprobación de expedientes» y ha impedido a algunos sefardíes concluir trámites como el viaje a España para firmar ante el notario. «Tenemos entendido que el plazo se va a ampliar para que las personas a las que la imposibilidad de viajar ha impedido completar su trámite, puedan hacerlo más adelante», ha precisado la FCJE.
De cara a 2021, entre los asuntos abiertos para trabajar, la Federación destaca: «la inclusión de la cultura judía en España y el Holocausto en los planes de estudio, la difusión del legado judío español y el combate del antisemitismo.
Asimismo, pide para el nuevo año «que toda la población tenga acceso a la vacuna anti-Covid», que el país se recupere del «mazazo económico», que las personas que han perdido sus empresas y empleos puedan rehacer su vida y «que los dirigentes prioricen el bienestar de las personas por encima de cualquier interés político y electoral».
La pandemia también ha golpeado «de manera terrible» a los evangélicos pues sus comunidades religiosas se caracterizan por la participación activa de los fieles en el día a día.
«El distanciamiento social obligado, las dificultades para la reunión y celebración de cultos presenciales, así como la disminución de algunas actividades nos han afectado fuertemente», ha asegurado el secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Mariano Blázquez.
También se han visto afectados por la crisis económica y laboral provocada por la pandemia pues las comunidades evangélicas «se sostienen casi exclusivamente de los donativos de sus fieles». Al bajar estas ofrendas «sensiblemente», algunas iglesias que no disponen de local en propiedad han tenido que renegociar el alquiler o dejar el lugar de cultos.
«Muchos pastores no han podido recibir la asignación establecida por la Iglesia a su dedicación y todo ello sin que los pastores puedan acogerse a un ERTE o a cualquier otra de las medidas aprobadas por los gobiernos», ha añadido Blázquez.
LOS CULTOS POR INTERNET DUPLICAN LA ASISTENCIA
No obstante, ha destacado que esta pandemia también ha conllevado aspectos positivos ya que «los cultos por Internet han hecho duplicar en muchos casos el número de asistentes» y «ha crecido de manera ostensible la ayuda a los vecinos».
Por su parte, desde la Federación han reforzado la información hacia sus iglesias. «Hemos conseguido evitar que nuestros templos se convirtieran en focos de contagio. Lo que no significa que no haya habido contagiados, enfermos y fallecidos entre nuestros fieles, incluidos algunos pastores», ha asegurado Blázquez.
En cuanto a las relaciones con el Estado, los evangélicos pidieron al Gobierno que se les atendiera en orden a poder aplicar a las iglesias y a los ministros de culto algunas medidas sociales que el Gobierno había aprobado pero lamentan no haber encontrado «ninguna sensibilidad» en este sentido.
Entre lo positivo, los evangélicos destacan que «los asuntos religiosos se han posicionado mejor» al pasar a Presidencia. Si bien, tienen un sentimiento «agridulce» pues afirman que siguen «careciendo de un interlocutor directo que tenga un peso específico relevante».
En todo caso, ven «esperanzador» que tras los primeros meses de paralización pandémica, los asuntos religiosos se han retomado y Carmen Calvo les ha recibido. «Nos agradaron su talante y sus palabras. Era la primera vez que nos recibía y lo hacía con claridad y sin evadir las dificultades que nos afectan», ha enfatizado Blázquez.
Para el nuevo año 2021, los evangélicos piden «vencer juntos a la Covid, reconstruir el daño social» y «que no se olvide la cuestión de la igualdad jurídica de las personas religiosas en España», mejorando la «igualdad» para las minorías religiosas pues así «se vacunará a la sociedad contra la intolerancia».