jueves, 12 diciembre 2024

Ribera ignora a WWF y mantendrá España como un paraíso para la industria peletera

Las asociaciones ecologistas llevan años pidiendo a los gobiernos europeos que ilegalicen la actividad de las granjas peleteras. Estos establecimientos se limitan a criar visones u otros animales cuyo pelaje es codiciado por algunas marcas de ropa para matarlos a palos o gasearlos para aprovechar su piel. La mayoría de los países de la UE han prohibido esta actividad (y más después de que las granjas de visones se convirtieran en bombas biológicas de coronavirus), sin embargo, España sigue siendo un paraíso para estos negocios. Ahora, Wild World Family (WWF) ha pedido al Gobierno que ilegalice esta actividad, pero Transición Ecológica no quiere entrar en este tema y niegan que se ilegalizará de forma inminente esta industria. Entre tanto, Unidas Podemos presiona para que se España siga al resto de países europeos en esta materia.

Podemos ha tomado la iniciativa en este tema y han hecho suya la reclamación de WWF. «En casi 400 granjas de visón americano se han detectado brotes de coronavirus en al menos 10 países distintos. Es un hecho que estas granjas pueden actuar como reservorios del virus SARS-CoV-2. También suponen un riesgo para la biodiversidad por su carácter invasor», han comentado desde Podemos Aragón. Pero lo cierto es que por el momento Transición Ecológica guarda silencio ante lo que fuentes cercanas al Gobierno califican de un intento de escurrir el bulto y no entrar en polémica. La vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera no quiere entrar en polémicas, puesto que esta industria no deja de generar puestos de trabajo.

La prohibición de esta práctica en la mayoría de los países europeos empujó a los comerciantes de pieles al sur. Ahora, España se ha convertido en un paraíso para esta industria y hay regiones, como Galicia, que tienen una buena cantidad de casas del terror que esconden cientos de miles de visones y otro tipo de animales que están aguardando su momento para que les arranquen la piel. Unidas Podemos quiere prohibirlo, al igual que la mayoría de asociaciones ecologistas. Pero a pesar de que WWF haya escrito directamente al Ejecutivo solicitando que prohiba comerciar con pieles, no parece que Transición Ecológica quiera presionar para llevarlo al Congreso.

No es una cuestión ideológica, sino laboral. La razón por la que Transición Ecológica quiere evitar entrar en este debate es porque esta prohibición se saldaría con la destrucción de puestos de trabajo en un momento en que la pandemia ha dejado la economía española en una situación de riesgo constante. El 2021 será clave para la recuperación y esta industria no deja de ser un pequeño hilo dentro de la telaraña que es la economía. Por lo que tal y como deslizan las fuentes, no es el momento de abordar este tipo de asuntos. Y más si se tiene en cuenta que este sector ha sufrido grandes pérdidas dado que los visones son unos animales propensos a contraer el coronavirus y a contagiárselo a las personas.

Es precisamente este punto al que se aferra Ribera para no abordar el asunto al que también se aferra Unidas Podemos y los ecologistas. Si los visones, encima, son un punto de riesgo de contagio, ¿por qué no aprovechar la coyuntura para ilegalizar la industria peletera en España? La polémica está servida, pero el PSOE no quiere abordar este asunto de momento.

CUESTIÓN DE COMPETENCIAS

Otra de las cuestiones es el tema de la competencia. Desde Transición Ecológica aseguran que todo lo que tenga que ver con el bienestar animal depende de la vicepresidencia de Iglesias, pero desde la dirección general de Bienestar Animal entienden que al tratarse de una actividad económica compete a otras áreas del Gobierno, como es el caso de Transición Ecológica. Todos se pasan la pelota y mientras tanto el escrito de WWF se pierde entre burocracia y competencia.

El pistoletazo de salida lo ha dado Podemos Aragón. «Además, este tipo de granjas son una actividad cruel e innecesaria. Tenemos el deber de proteger el bienestar animal. En Podemos Aragón lo tenemos claro: empecemos no reabriendo la granja de visones de La Puebla de Valverde», han comentado. La misma granja peletera que tuvo que sacrificar alrededor de 92.000 visones por un posible contagio de coronavirus. Pérdidas económicas para el «empresario», quejas por parte de los animalistas y una polémica ética y legal sobre la mesa: ¿deberían ilegalizarse este tipo de industrias?

Pero lo cierto es que desde Unidas Podemos tienen una estrategia relativamente loable. Aprovechar que los visones son un vector de contagio para ilegalizar la industria. «No a la reapertura de la granja en la que se sacrificaron más de 92.000 visones por un brote de Covid. Son un peligro para la salud y la biodiversidad e implican un gran sufrimiento animal», arrancaban desde Podemos Aragón su reclamación, siguiendo al rebufo la carta y las exigencias de WWF al Ejecutivo.

LA CAMPAÑA DE WILD WORLD FAMILY

La asociación ecologista WWF sigue a lo suyo y ha iniciado una campaña de la que Podemos intenta sacar beneficio político. El visón americano ha puesto al borde de la extinción al visón europeo, especie autóctona en España, que es ya el carnívoro más amenazado de Europa. En España quedan 32 granjas de visón americano activas. Cerrémoslas», han comentado como pistoletazo de salida desde la cuenta oficial de Twitter de WWF.

La otra cuestión es el asunto de las especies invasoras. Es decir, tenemos el dilema ético de masacrar ingentes cantidades de animales solo por su piel, cuando hay muchos tejidos que la imitan a la perfección que no corren a costa del sufrimiento animal, el problema de que los visones son un vector de contagio y, además, que la especie que introducen las industrias peleteras en España son invasoras y apartan a la raza local: el visón europeo.

Para Wild World Family, las evidencias son más que suficientes para ilegalizar la industria peletera en España. Pero siempre se encontrarán de frente con el drama económico que sufrirían algunas familias en caso de que tomen la decisión de ilegalizarlas. Y Teresa Ribera no quiere más líos de los necesarios. Por lo que, por el momento, las demandas de WWF tendrán que esperar.