Investigadores de La Jolla Institute for Immunology (Estados Unidos) han confirmado, tras analizar muestras de sangre de 188 pacientes con Covid-19, que la inmunidad frente al coronavirus puede durar, al menos, hasta ocho meses después de la aparición de los primeros síntomas.
«Medimos anticuerpos, células B de memoria, células T auxiliares y células T asesinas, todo al mismo tiempo. Hasta donde sabemos, este es el estudio más grande jamás realizado, para cualquier infección aguda, que ha medido los cuatro componentes de la memoria inmunológica», han señalado los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista ‘Science’.
El nuevo estudio ayuda a aclarar algunos datos sobre COVID-19 de otros laboratorios, que mostraron una caída dramática de los anticuerpos que combaten el Covid-19 en los meses posteriores a la infección. Algunos temían que esta disminución de anticuerpos significara que el cuerpo no estaría equipado para defenderse de la reinfección.
«Por supuesto, la respuesta inmune disminuye con el tiempo hasta cierto punto, pero eso es normal. Eso es lo que hacen las respuestas inmunes. Tienen una primera fase de aumento, y después de esa expansión fantástica, finalmente la respuesta inmune se contrae un poco y llega a un estado estable», han argumentado los expertos.
De hecho, observaron que los anticuerpos específicos del virus persisten en el torrente sanguíneo meses después de la infección. El cuerpo tiene células inmunes llamadas células B de memoria listas, por lo que si una persona vuelve a infectarse del coronavirus, estas células B de memoria podrían reactivarse y producir anticuerpos para combatir la reinfección.
Asimismo, los expertos observaron que las personas que habían padecido el Covid-19 también tenían un ejército de células T listas para luchar contra la reinfección. «Esto implica que hay una buena probabilidad de que las personas tengan inmunidad protectora, al menos contra enfermedades graves, durante ese período de tiempo, y probablemente mucho más allá», han aseverado.
No obstante, los investigadores han avisado de que la inmunidad protectora varía drásticamente de una persona a otra. De hecho, los investigadores vieron un rango de 100 veces en la magnitud de la memoria inmunológica. «Hay algunas personas que están muy por debajo de la cantidad de memoria inmunológica que tienen, y tal vez esas personas son mucho más susceptibles a la reinfección», han recalcado los expertos.
Finalmente, los investigadores han sugerido que la memoria inmunológica puede ser «igualmente duradera» después de la vacunación, si bien han destacado la necesidad de esperar a tener más datos para confirmar esta hipótesis.
«Hace varios meses, nuestros estudios mostraron que la infección natural inducía una fuerte respuesta, y este estudio ahora muestra que las respuestas duran. Los estudios de vacunas están en las etapas iniciales y hasta ahora se han asociado con una fuerte protección», han zanjado.