La relación entre la salud y los alimentos está más que demostrada en multitud de estudios a lo largo de muchos años. La OMS lo dice claro también: una dieta saludable nos protege contra enfermedades no transmisibles como el cáncer, las cardiopatías o la diabetes. La alimentación es uno de los factores que determinan la esperanza de vida de las personas. Gracias a una dieta equilibrada podemos favorecer el buen funcionamiento de órganos de nuestro cuerpo imprescindibles para la salud general del mismo.
6ELEGIR BUENOS HIDRATOS
En cuanto a los hidratos de carbono también es recomendable saber elegir los adecuados y evitar los dañinos para no afectar la salud de nuestro riñón. Los carbohidratos son la principal fuente de energía y son necesarios en nuestra dieta diaria. Debemos elegir los hidratos complejos como legumbres y cereales integrales, y reducir todo lo posible el consumo de los simples como la bollería, los snacks y los dulces en general.
El motivo es que los hidratos simples se transforman rápidamente en azúcares, y esto incrementa el riesgo de diabetes del tipo 2, una enfermedad cuyas cifras no dejan de aumentar entre la población. Los niveles altos de azúcar en sangre son una de las causas principales del desarrollo de enfermedades renales.
