Ya lo venía anunciando pero muchos seguro que se lo tomaban a broma. Pero ya es una realidad. Saltó la bomba: Jorge Javier Vázquez es ya tronista de MYHYV. Será además el primer tronista VIP y gay de la historia del programa. Qué mejor golpe de mano para subir audiencias. Nada menos que tu estrella de Mediaset sentada en el trono. Veamos la tortuosa vida amorosa del presentador estrella para tomar esa decisión de buscar el amor delante de cámaras.
Jorge Javier tiene 50 años y lleva más de 3 sin novio formal, por lo que ya toca la búsqueda de su media naranja. Este martes se conocían sus primeros pretendientes: Alberto, Daniel, Fran y David. Veremos si duran o alguno llega a la final. Por ahora, ha sido una sorpresa que Jorge Javier aceptara la propuesta, aunque advirtiendo que va de verdad a buscar pareja y no a un espectáculo. «Yo si voy, no voy a pasar el rato ¿Eh? Si voy, voy de verdad. Los teatrillos no me gustan», advirtió.
4Su uso para ligar de las aplicaciones
Jorge Javier está con los tiempos y es asidua a las aplicaciones y redes de ligoteo y búsqueda de pareja. Su perfil es público y se puede ver. Lo ha recomendado incluso a invitados como Lolita. “Si para conocer gente hay que adaptarse a las nuevas tecnologías, yo me apunto. Paso de mirar al pasado si no es para recurrir a él como pozo de anécdotas. Nunca para santificarlo, aunque sí creo que en algunos aspectos era mejor”, ha llegado a afirmar al respecto. “Lo de mis citas por Tinder me lleva a teorizar sobre la pareja con los chicos con los que quedo. Intercambiamos impresiones, pareceres. Tarde o temprano se habla de las parejas abiertas, de la conveniencia de dejar entrar o no a terceras personas para oxigenar relaciones. Creo que en ese aspecto me estoy volviendo cada vez más conservador”, desvelaba en la revista Lecturas.
“Entiendo que, cuando llevas algún tiempo con tu pareja, te apetezca darte un meneo por ahí, pero no como costumbre. Porque entonces tu pareja deja de serlo para convertirse en un colega. Y estoy empezando a entender la pareja como algo más profundo, un algo con un compromiso. ¿Será la edad? ¿La necesidad de agarrarse a algo sólido? No tiene que ver con la moral ni nada de eso, creo que es por una necesidad de no estar comiéndome la cabeza con asuntos para los que, por educación, no estoy preparado ‘¿Se lo pasará mejor con el otro?’ ‘¿No le basta con mi cuerpo?’”, reflexionaba sobre el tema. Quizá por estas reflexiones ha decidido también aceptar el trono.
