Arrimadas ve una «anomalía democrática» que el Gobierno tenga de socios a quienes buscan «destruir» la democracia

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha calificado de «anomalía democrática» que el Gobierno de España tenga como socios a partidos nacionalistas e independentistas que han rechazado participar en el acto de este martes en el Congreso de los Diputados para conmemorar el cuadragésimo aniversario del fracaso de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 y que proclaman su intención de «destruir» la democracia constitucional.

«Hoy no están los nacionalistas y separatistas vascos, catalanes y gallegos porque realmente no celebran que la democracia española solventara este reto y se consolidara» porque «ellos también aspiran a destruirla de otras formas», ha declarado en una rueda de prensa en la Cámara Baja antes de asistir al acto oficial, que estará presidido por el Rey Felipe VI y en el que además se celebra la vigencia de la Constitución de 1978.

Arrimadas ha lamentado que esos partidos que hoy «no celebran el triunfo de la democracia» el 23-F sean «socios permanentes y estables» del Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. «Eso sí que es una anomalía democrática», ha dicho en alusión a las palabras del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, sobre que en España no hay «plena normalidad democrática».

Las formaciones que no acuden a la cita en el Congreso son Esquerra Republicana de Catalunya, el PNV, EH Bildu, Junts per Catalunya, el PDeCAT, el BNG y la CUP, en línea con lo que suelen hacer en los actos en los que participa el Rey o que conmemoran los aniversarios de la Carta Magna.

La líder de Cs también ha criticado que sean precisamente estos partidos los que más insisten en que se reforme la ley de secretos oficiales para desclasificar información sobre lo que ocurrió en el intento de golpe de Estado de 1981. «No sé si son los más indicados para hacer peticiones de este tipo», ha añadido.

Y «más allá de cuestiones puntuales», considera que «lo que sí sabe la sociedad española» es que aquel episodio fue «una de las mayores afrentas a la democracia de nuestro país».

Asimismo, ha señalado que en España no ha habido otro «golpe» y «desafío a la democracia» hasta el año 2017 –por el referéndum ilegal en Cataluña y la declaración unilateral de independencia–, aunque «de formas diferentes», y que en el 23-F fue muy importante «la unión de todos los demócratas» y el «apoyo absolutamente unánime de la sociedad» a la nueva etapa iniciada tras la dictadura franquista.

Arrimadas ha destacado que, después de horas de «incertidumbre» y «mucho miedo» para millones de españoles, la democracia «venció y se consolidó» y «los golpistas no se salieron con la suya». Por ello, ha expresado su agradecimiento a la generación de la Transición y ha hecho un reconocimiento a «todos los que hicieron posible que ese golpe de Estado fracasara».

Concretamente, ha mencionado a los diputados y miembros del Gobierno, a los militares que «permanecieron fieles a la Constitución» y a periodistas, así como al entonces jefe de Estado, Juan Carlos I, cuya intervención, según ha indicado, «fue decisiva para garantizar el triunfo de la democracia.

La presidenta de Ciudadanos ha afirmado que la lección del 23-F es que no se puede «dar por descontada» la democracia, sino que es necesario «cuidarla, respetarla y protegerla» cada día.

Ha asegurado que eso es lo que hará la formación naranja «desde el centro político y desde el liberalismo», como una alternativa al bipartidismo del PSOE y el PP que continuará trabajando para que la democracia «siga triunfando» y para que «los que aspiran a destruirla», como «el populismo y el nacionalismo», «nunca lleguen a conseguir su objetivo».