El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, se ha desmarcado del acto de destrucción de armas de ETA y de los GRAPO que se celebrará este jueves en Madrid, y que estará presidido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A su juicio, la celebración de este tipo de actos «propagandísticos» buscan ocultar el «rotundo fracaso del Estado de derecho con las víctimas del terrorismo, especialmente con las de ETA», a las que «a más de la mitad se les han negado sus derechos a la Verdad y a la Justicia».
«¿Cómo vamos a ir a un acto público en el que se destruyen las armas con las que han asesinado a nuestros familiares? ¿De verdad alguien cree que esto es motivo de celebración?», se ha preguntado la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.
Según ha remarcado, «jamás» irían a un acto público «en el que se destruyen pruebas que han podido servir para esclarecer los asesinatos de nuestros familiares». «Nos han asegurado que las armas que se van a destruir ya no tienen valor judicial para futuras investigaciones, pero es lógico que tengamos dudas sobre si servirían para esclarecer alguno de los más de 350 crímenes de ETA que todavía están sin resolver», ha destacado.
Covite ha recordado que en 2018 el colectivo hizo pública una investigación judicial de las sentencias de los crímenes de ETA, a través de la cual constató que, de un total de 362 asesinatos de la organización terrorista con sentencia y, por tanto, considerados resueltos, «solo en 24 de ellos han sido condenados todos sus responsables: autores materiales, colaboradores necesarios, cómplices y autores intelectuales».
Por tanto, el colectivo denuncia que «además de los crímenes que ni siquiera han sido investigados y juzgados, debido, en la mayoría de los casos, a graves negligencias que se han cometido a lo largo de todos estos años, hay que sumar a la cifra total de impunidad todos los crímenes en los que no han sido procesados y juzgados todos los culpables».
Asimismo, han insistido en que «nunca» les encontrarán en «ningún acto en que se escenifique la supuesta derrota de ETA a manos del Estado de derecho, porque la escenificación real es la de la falta de justicia que han recibido las víctimas de ETA».
«FALSOS DESARMES»
Covite también ha criticado que el Gobierno «continúe ahondando en la supuesta disolución y entrega de armas por parte de ETA», cuando en realidad han sido «falsos desarmes» y «un teatro de autodisolución» por parte de la banda. En este sentido, se ha referido a los actos para escenificar, por un lado, su desarme en Bayona en el mes de abril de 2017, «que fue puesto en entredicho por la lucha antiterrorista francesa»; y, por otro lado, a la «autodisolución de la banda terrorista», que tuvo lugar en localidad francesa de Cambo-les-Bains en mayo de 2018.
Para Consuelo Ordóñez, «la verdadera disolución de ETA se producirá cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado detengan hasta el último terrorista huido». Por ello, ha urgido al Gobierno a que lleve a cabo «la operación policial de disolución».
Además, ha remarcado que la derrota de ETA «conlleva necesariamente la deslegitimación del terrorismo y de su proyecto político» y ha reiterado que «los objetivos políticos por los cuales ETA asesinó siguen vivos y hoy los defiende EH Bildu desde las instituciones».
«La verdadera derrota de ETA pasaría por el aislamiento a los violentos y la deslegitimación del terrorismo, lo cual desgraciadamente no es una prioridad para este Gobierno», ha asegurado Ordóñez, quien ha incidido en que las víctimas del terrorismo «no necesitan actos de propaganda política, sino que se satisfagan sus derechos a la Verdad y a la Justicia».