Los españoles pagan: el coste oculto de Ecoembes asciende a 1.700 M€

Ecoembes carga a la cartera de los contribuyentes 1.700 millones de euros por la gestión de residuos. Así se desliza de un estudio ‘Los costes ocultos de la mala gestión de los residuos de envases’, elaborado por Greenpeace, Rethinking y el Observatorio de Residuos.

La gestión de esta empresa tiene un coste a nivel municipal muy elevado. En concreto, el informe estima una cuantía de 36,15 euros anuales por residente, una cantidad que se eleva a los 36,59 euros si se incluyen los envases de vidrio gestionados por Ecovidrio.

El sobrecoste debería ser sufragado por estas dos empresas, pero no lo están haciendo. En vez de ello, son los contribuyentes los que corren con este gasto. Y es que, según el informe, la gestión de residuos de los entes municipales conlleva un coste de 3.540 millones de euros, de los que el 67,6% -2.393 millones- recae sobre la fracción resto, compuesta por una gran cantidad de materiales reciclables, principalmente envases.

ECOEMBES NO SE ENCARGA DE LOS ENVASES DEL CONTENEDOR GRIS

El responsable de la gestión de los envases ligeros y papel-cartón tendría que encargarse de una gran cantidad de esta materia, pero lejos de destinar e incrementar los recursos para financiar esta gestión -tal y como señala el informe-, se desentiende de la misma.

Según los cálculos del estudio, esta cantidad asciende para los envases ligeros a 1.108 millones de euros, y otros 591 millones para los envases de papel-cartón a 591 M€, para un total de 1.699 millones. En el caso de Ecovidrio, debería responsabilizarse de financiar 21 millones, correspondientes a los envases de vidrio contenidos en la fracción resto.

Los SCRAP, tanto Ecoembes como Ecovidrio, evitan sufragar el coste de la separación de los envases y del vidrio destinado a un contenedor no selectivo. De hecho, ambos niegan tener la obligación legal de hacerse responsables, pese a la implicación de los costes que tiene para el bolsillo de los contribuyentes. De hecho, los envases de la fracción resto están pagados por las entidades locales, con impuestos que paga la ciudadanía. Según el Anteproyecto de Ley de Residuos (actualmente en trámite parlamentario), los SCRAP deberán hacerse cargo de la totalidad de los costes de la gestión de residuos de envases, independientemente del contenedor donde se recojan, una normativa que aliviará a los residentes en los municipios.

LA REPERCUSIÓN ECONÓMICA

El análisis de estas tres organizaciones es «una aproximación sobre la repercusión económica que provoca en las arcas municipales los envases que se encuentran en la fracción resto -cubo gris o todo mezclado-«. En el mismo, se pone en evidencia el fracaso del modelo de recogida selectiva actual, basada en tres contenedores -gris, verde, amarillo y azul-.

Es un modelo «ineficiente» y que supone un coste muy importante a las arcas públicas. A su juicio, «los envases ligeros y de papel-cartón» en el cubo gris son gestionados por Ecoembes y presentan una mayor dificultad para su recuperación. Además, los costes derivados de esta separación de residuos no son reconocidos por los SCRAPS.

“Gracias a esta investigación por fin tenemos una radiografía que nos aproxima más a la realidad de los costes ocultos que Ecoembes está dejando de pagar y que está asumiendo la ciudadanía», ha asegurado Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace. Para este miembro de la onegé, «en un futuro tanto Ecoembes como Ecovidrio deberán incrementar considerablemente los recursos destinados a financiar la gestión de los residuos contenidos en la fracción resto».

EL BOICOT DE ECOEMBES A OTROS SISTEMAS

También ha acusado a ambas entidades de «boicotear alternativas que podrían mejorar la situación como son los sistemas de devolución y retorno de envases», como las implantadas en más de 40 países con éxito. Recientemente, Reino Unido ha rechazado la opción de Ecoembes -Reciclos-, mientras en España está arraigada. «Es importante que la nueva ley de residuos incluya estos sistemas», ha afirmado.

Reciclaje-Ecoembes

El Gobierno británico no cedió ante esta falsa solución promovida por el lobby de los envasadores y supermercados para impedir la implantación de un sistema de devolución y retorno (SDDR) que sí que funciona con éxito en más de 40 países y regiones de todo el mundo.

Los datos recogidos para este estudio son del Instituto Nacional de Estadística y de 2018, el último año en el que se han recogido las cifras de producción de residuos. La polémica fracción resto se ha desgranado según «caracterizaciones llevadas a cabo por el antiguo Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y del Medio Ambiente (MAPAMA)» por una gran cantidad de materiales reciclables, principalmente envases, que suponen el 26,% en peso y el 72,9% en volumen de la basura arrojada al cubo.

Para el presidente de Rethinking, el «importante volumen que suponen los envases respecto al resto de residuos que se generan en los domicilios exige un elevado número de contenedores en la calle, lo que incrementa los costes de recogida». «Del mismo modo, las plantas de tratamiento se dimensionan para poder tratar estos ingentes volúmenes de envases», ha afirmado Francisco Peula. «Todo ello genera unos elevados costes relacionados con la gestión de los envases que no están asumiendo ni Ecoembes ni Ecovidrio«, ha criticado.

LA ALTERNATIVA A ECOEMBES

La alternativa para mejorar sustancialmente la situación actual en el reciclaje pasa por un sistema de devolución retorno de envases (SDDR). De esta manera no llegarían al cubo de resto, tirados en calles o en el medioambiente. El coste de este método de reciclaje es cero para las arcas públicas, según los impulsores.

Sin embargo, Ecoembes junto a la gran distribución, siguen presionando y bloqueando que este sistema no se implante en España. El motivo de su negativa, no es otro que el sistema se financia con el dinero que pagan las marcas que fabrican y venden envases y que son quienes se lucran por estas ventas. El SDDR ya funciona con éxito en más de 40 países y regiones del mundo y sigue implantándose en más lugares como Portugal y Reino Unido.

VALENCIA, LOS SOBRECOSTES DISPARADOS

Un caso muy llamativo es el de Valencia. Según los datos publicados en el portal de transparencia del Consistorio regido por Joan Rigol, el coste de la recogida de residuos en la ciudad ascendió a 34.781.620 euros en 2020, un gasto per cápita anual de 43,47 euros.

Los costes de tratamiento y eliminación se han deducido de los presupuesto de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE), encargada de gestionar
el ecoparque, las planta de los Hornillos y el vertedero de Dos Aguas fueron de 37.226.000 euros, un coste por habitante de 46,52 euros. A esta cantidad hay que sumar los gastos ocasionados por la recuperación de los envases recogidos selectivamente en la clasificación de la planta de envases de Picassent, gestionada por el empresa Vaersa, estimados para la ciudad de Valencia en 2.565.698 euros. En total, los costes que acarrea la gestión de los residuos municipales de Valencia se estiman en 75.707.722 euros para el año 2020.

48 EUROS CUESTA EL RECICLAJE A CADA VALENCIANO

Más de dos tercios de los costes, unos 52,7 millones, recaen en la fracción resto. No obstante, como se ha indicado a nivel nacional, una gran parte deberían recaer sobre los SCRAP, especialmente sobre aquellos relacionados con los envases ligeros, de papel-cartón y vidrio.

El reparto de costes para los diferentes componentes que contiene la fracción resto. Se observa como los envases ligeros constituyen su volumen mayoritario (47%), lo que hace que sobre ellos recaigan 24,7 millones. El papel-cartón envase, con un 25,1% del volumen debería soportar 13,2 millones, mientras que al vidrio, con densidades muy superiores, ascienden a 460.000 euros.

En resumen, se estima que el coste de la gestión de la fracción resto que deberían soportar los SCRAP Ecoembes y Ecovidrio asciende a 38,4 millones, lo que equivale a 48 euros por habitante de Valencia. Y en este contexto, Valencia ha anunciado que promoverá una iniciativa conjunta con Ecoembes denominada Reciclos. De hecho, la instalación del 40% de las máquinas de retorno que pretende instalar el Ayuntamiento de Compromís se hará con dinero público.