Rita Maestre se pega un homenaje entre queja y queja de la apertura de la hostelería

«Escuchamos todos los días el mantra de salvar la hostelería y lo que tenemos es que salvar vidas”. Estas palabras son de la líder de la oposición, Rita Maestre. Y quien quiera aderezarlas con algo más de picante, podemos parafrasear a la dirigente de Más Madrid cuando pedía a finales de enero medidas «más duras y restrictivas» para controlar la pandemia. En cualquier caso, eso era hace meses. Es agotador quejarse de lo abierta que está la hostelería y de lo descontrolada que está la pandemia y es normal que se tome un descanso. Quizá por eso Maestre se ha ido este sábado al Havana Blues (un pub del paseo de Santa María de la Cabeza, de Madrid) a relajarse y tomarse un mojito con los suyos. Ser el adalid de la izquierda da sed.

A ver, para esos críticos que digan que Maestre se ha tirado a las terrazas a tomarse algo para relajarse y disfrutar de esos bares que ella misma quiere cerrar, hay una respuesta. Al menos el bar era cubano y la bebida que pidió también. La foto en la que han cazado a Rita Maestre tomándose algo un sábado no sorprende a la oposición; ellos también lo hacen. Lo que sí sorprende es que se vaya al pleno a exigir cerrar la hostelería y luego se vaya a una terraza a apretarse un mojito para relajarse. Como detalle, señalar que quienes vieron a Maestre disfrutando de esa apertura que tanto critica la líder de la oposición, también la vieron encadenar terraza con terraza. Vamos, que Rita empezó tomándose la primera en un bar y acabó con mojitos en otro. Insistimos, nada que reprochar.

El problema es el de siempre. La líder de Más Madrid y su «dictadura de instituto», tal y como señalan algunas fuentes, ha cansado a más de uno en la formación verde. La salida de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena dejó al partido que heredó Íñigo Errejón tiritando y en manos de una política que no ha hecho más que ganarse enemigos desde el mismo momento en el que tomó el mando. Pues bien, ahora el partido tiene que soportar que Maestre se suba al atril (cuando le apetece asistir a los plenos) a criticar que los hosteleros abran más de la cuenta para luego desfogarse con sus amigas en una terraza. Y claro, la oposición rabia y en su partido no lo ven con buenos ojos. «No tiene ni decoro».

Rita Maestre

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid aseguró en febrero de 2021 que esta situación era “una masacre cotidiana que no podemos normalizar”. Se refería a que la Comunidad de Madrid optaba por abrir la hostelería hasta determinadas horas y en que la presidenta de la autonomía, Isabel Díaz Ayuso, apostaba por no asfixiar a los trabajadores.

«No comparto el discurso de la falta de responsabilidad individual, porque los incumplimientos son muy minoritarios», dijo Maestre. «La responsabilidad es compartida por los ciudadanos que acuden a esas fiestas, por quienes las organizan y por quienes tienen la obligación de hacer cumplir las normas», insistió la líder de la oposición hace meses. Entre esas palabras también estaba escondido el hecho de que Ayuso permitiera que los bares y restaurantes tuvieran vía libre para abrir hasta una determinada hora.

Rita insistió entonces en que no se podía caer en “un fallo generalizado de los gobiernos porque la prioridad es reducir ese número de fallecidos y no asumirlos”. Vamos, que había que aplicar más restricciones y no se hacía. En este caso, aprovechó para zurrar al alcalde, pero también se quejaba de lo mismo. «No ha habido ningún responsable y Almeida ha felicitado al local por su colaboración», comentó Almeida.

Rita entonces era perfectamente consciente de que se refería a cerrar la hostelería más tiempo. Por eso no tardó en aclarar que no quería solo hundirles. Les dejaría sin trabajar, pero les daría una «paguita».“Lo que pasa en Madrid es que el mantra que escuchamos todos los días, de los responsables políticos y medios de comunicación, es salvar la hostelería y lo que tenemos es que salvar vidas”. A juicio de Maestre, “lo que ocurre en Madrid no es una batalla por la hostelería, es una batalla política y electoralista por parte del gobierno de Madrid que nos pone en riesgo a todos”.

Este es solo un ejemplo. A nadie de Ciudadanos, en el PP o en Vox le preocupa lo más mínimo que Maestre pase un sábado tomándose un mojito. «¡Faltaría más!», deslizan. Lo que se critica es su falta de coherencia con este sector que solo pide trabajar. Nada más. Entre tanto, Maestre insiste en que “la única comunidad que no tiene en marcha ninguna ayuda directa a la hostelería” es la de Madrid. Pero bueno, al menos pueden abrir hasta cierta hora.

LA DICTADURA ROSA

No sabemos si quien fue responsable de Hacienda del Ayuntamiento de la capital Jorge García Castaño se ha enterado de la presión interna que se vive en Más Madrid, pero el resto de los concejales sí. Las “ansias de protagonismo” de la que ahora es líder de la oposición en el Consistorio no son ajenas a los suyos. Por no hablar de que el proyecto que representa Maestre no seduce ni al bedel del Palacio de Cibeles, tal y como deslizan fuentes del propio partido. Pero el problema más grande es que la dictadura de Rita Maestre está espantando a nuevas caras que podrían lavar la imagen de Más Madrid. Desde la formación verde deslizan que si Tania Sánchez no ha dado un paso al frente todavía para ponerse en la primera línea política es porque le da “pereza” meterse en un berengenal como el que es el partido que ahora rige Rita. Por no hablar de que el hacerlo obligaría a la que muchos consideran una “brillante” política a bajar al barro para pelearse con Maestre.

Hay muchas voces en Más Madrid que aún creen que el proyecto podría tener sentido si se saca del partido a las “malas hierbas”. Hay una serie de cabezas políticas visibles que no dejan paso a los talentos. Casi todos los creyentes coinciden en que Tania es uno de esos brillantes talentos que tiene que dar un paso al frente. El problema es que la dictadura de Rita Maestre en la capital y de perfiles similares como es el de Inés Sabanés en el partido hacen imposible que la formación se convierta en lo que muchos quieren: un espacio alternativo a Podemos donde el debate y el talento convivan para ofrecer un partido de izquierdas liberado de los sesgos que marcan Podemos.