La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, se ha mostrado en esta campaña como la única alternativa para impedir el «asalto de la izquierda» en la región y para acabar con el «despilfarro» político en una Asamblea con la mitad de diputados y un Gobierno con siete consejerías y no trece, tal y como propone la líder de la formación verde.
Monasterio repite como candidata de su formación para gobernar Madrid, después de obtener 12 escaños en las pasadas elecciones de mayo de 2019 y darle su apoyo a la actual presidenta regional y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, para gobernar.
En esta ocasión, ha enfocado su campaña también a nivel nacional y ha sido arropada durante todo este periodo por el presidente de Vox y su director de campaña, Santiago Abascal, quien ha acudido junto a la candidata a la mayoría de los mítines.
Abascal ha puesto de manifiesto la importancia de estas elecciones, no solo a nivel regional, para acabar con las políticas de la izquierda basadas en el «adoctrinamiento en colegios, el efecto llamada de la inmigración ilegal y la ruina».
En concreto, esta campaña electoral ha estado fuertemente marcada por la polarización y ha centrado sus ataques en Vox y en su candidata tras varios acontecimientos que han marcado su desarrollo: el lanzamiento de su candidatura en Vallecas y las amenazas vertidas contra el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
Con un discurso en favor de la libertad, la bajada de impuestos y acabar con los «chiringuitos y entes», Monasterio ha puesto el foco en que la izquierda no consiga llegar al Gobierno y ha centrado especialmente sus ataques en Iglesias, al que ha calificado de «izquierda pija» y de «haber abandonado a los suyos».
CON DOBLE NACIONALIDAD Y ARQUITECTA DE PROFESIÓN
De familia cubana, con 47 años, madre de cuatro hijos y arquitecta de profesión, es uno de los rostros más conocidos de Vox y ha orientado precisamente su argumentario en la defensa de la familia, contra el «adoctrinamiento» en las escuelas y a favor de la libertad de las mujeres, de las que asegura que no necesitan «cuotas» y que todo lo consiguen con «mérito y esfuerzo».
Desde 2016, Monasterio preside Vox Madrid y es responsable del desarrollo del programa de asuntos sociales. Durante su trayectoria, ha defendido la inversión del gasto político superfluo «en lo verdaderamente necesario», la sanidad, la educación y la emergencia social.
Vox también ha centrado el discurso del resto de partidos con sus ataques a la inmigración ilegal y los menores extranjeros no acompañados, de los que dice que los madrileños pagan «4.700 euros al mes» por plaza e incluso llevó esta afirmación a un polémico cartel en la estación de Cercanías de Sol.
La líder de Vox en Madrid se enfrenta así a unas nuevas elecciones tras haber cogido fuerza y haber llenado mítines en pueblos del sur de la región como Móstoles, Fuenlabrada o Alcorcón. Monasterio ha aludido en esta campaña a la gente trabajadora, «la España que madruga y que se quiere ganar el pan» con la intención de pintar de ‘verde’ el ‘cinturón rojo’ de Madrid.