El batacazo en las urnas de los socialistas sigue trayendo cola. En un ejercicio de autocrítica, el partido está valorando qué es lo que ha podido fallar para obtener tan solo algo más de 400.000 votos. Mientras muchos diputados que han quedado fuera de las listas culpan a Gabilondo del desastre, la realidad es que el verdadero artífice es Iván Redondo, el hombre de confianza de Pedro Sánchez, que ha estado pilotando en la sombra los comicios madrileños.
El PSOE madrileño ha decidido quemar a Ángel Gabilondo presionándole hasta que renunciara a su acta, la cual recogió unas horas después del debacle en las urnas. El político, por edad y trayectoria, ya se encontraba de salida en la política hasta antes de presentarse a las elecciones. Pero los verdaderos culpables de la desastrosa campaña apuntan más a la Moncloa que a la sede madrileña de la calle del Buen Suceso.
Iván Redondo ha pilotado los comicios madrileños y la culpa de los malos resultados es suya, no de Ángel Gabilondo
No obstante, ningún socialista se atreve a culpar a Iván Redondo de los tan solo 24 escaños conseguidos el pasado 4 de mayo. Nadie apunta hacía el Ejecutivo nacional y a sus actores que ni siquiera estuvieron durante la noche electoral apoyando a la división de la formación política en la Comunidad de Madrid. Sánchez vivió el escrutinio desde la Moncloa, palacio en el que decidió permanecer puesto que una foto con Gabilondo en su noche más triste habría confirmado lo que es desde hace semanas vox populi: Iván Redondo ha pilotado los comicios madrileños y la culpa de los malos resultados es suya, no del pobre Ángel.
UNA CAMPAÑA SOCABADA POR IVÁN REDONDO
La campaña del PSOE ha sido un fracaso que se ha visto reflejado en las urnas. La precampaña socialista comenzó presentando a un candidato soso, serio y formal que sería el garante de la moderación dentro de las instituciones regionales. Sin embargo, ante la amenaza de Más Madrid, Redondo prefirió radicalizar a Ángel Gabilondo para que tuviera su lugar en una campaña tan polarizada.
Asimismo, también han sido las múltiples incongruencias entre el PSOE nacional y el PSOE de la Comunidad de Madrid. Mientras Gabilondo prometía a sus votantes no subir los impuestos, la ministra Montoro preparaba un grupo de expertos para cambiar la fiscalidad. No mantenerse firmes durante la campaña y hasta ser desmentido por tu propio partido en clave nacional es algo que ha castigado a los de Ferraz en las urnas.
PRIORIDAD: MANTENER UN PUESTO DE TRABAJO
El pésimo resultado en las urnas ha sido acogido con gran desconsuelo entre los diputados socialistas. Sobre todo entre aquellos a partir del número 25 que se quedan sin escaño en la Asamblea de Madrid, y por tanto, sin trabajo asegurado en la Administración durante los próximos dos años.
El temor de los nombres de la lista ha hecho que muchos de estos políticos se hayan volcado a apoyar a Pedro Sánchez con un único cometido: permanecer en el partido, en cualquier cargo donde reciban un sueldo. Nadie se atreve a señalar a Iván Redondo por su poder dentro del partido. El silencio a cambio de la silla.
Esta claro que la supervivencia dentro del PSOE-M pasa por culpar a Ángel Gabilondo de que la Comunidad se tiñera de azul. Sin embargo, no hay que olvidar que el exfraile ganó las elecciones de 2019 aunque no consiguió formar un Gobierno autonómico.