El ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, ha defendido que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene como horizonte el año 2023 y cuenta «con un plan para una legislatura y trabajo para algo más». «Ha habido elecciones en la Comunidad de Madrid y parece que allí empieza y acaba todo. Lástima que no hubiera esa reacción cuando en Cataluña conseguimos convertirnos en el primer partido en las pasadas elecciones», ha expresado.
Asimismo, ha lamentado que hay «quien quiere matar moscas a cañonazos» y ha incidido en que las instituciones tienen, pese a haber decaído el estado de alarma, «un amplio abanico de posibilidades de actuación» para hacer frente a la pandemia de la covid-19.
Miquel Iceta se ha desplazado este lunes a Bilbao para formalizar el traspaso de nuevas competencias, entre ellas la de prisiones, y posteriormente se ha reunido, junto a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, con los secretarios generales territoriales del PSE-EE, los consejeros socialistas del Gobierno Vasco el secretario de Organización del PSE-EE, Miguel Ángel Morales, la secretaria de Política Institucional, Begoña Gil, y el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso.
En su intervención, Iceta ha recordado al exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido en 2019 y que, según ha subrayado, «hizo el mejor de los legados». «Si hoy hemos podido firmar la transferencia de los centros penitenciarios es porque se derrotó a ETA; si no esto no hubiese llegado. O dicho al revés, hubiera llegado mucho antes si el terrorismo no hubiese tardado tanto tiempo en desaparecer de esta tierra», ha añadido.
Tras recordar a las víctimas de ETA, ha afirmado además que «también lo hacemos por ellos, por su memoria, por que no fue en vano, por que ganamos». Asimismo, ha valorado la labor de los funcionarios de prisiones, «algunos e ellos también asesinados por el terrorismo», así como el trabajo de las ONGs en pos de la reinserción de los reclusos.
En esta línea, ha sostenido que detrás de actos como la firma del traspaso de competencias hay «mucha gente, recuerdos y sentimientos». «Y también hay un compromiso de desarrollar la autonomía», ha afirmado.
En su alocución, ha recordado también al expresidente catalán Quim Torra –«del que nos separaba casi todo»–, que en una ocasión afirmó que el ‘principal obstáculo para la independencia es la propia autonomía’.
«Si hay una autonomía que funciona, ¿para qué te vas a embarcar en una aventura incierta y con costes tremendos?», ha preguntado Iceta, que ha insistido en que el compromiso de los socialistas en el desarrollo del Estatuto de Gernika «sigue intacto y se va a mantener».
Asimismo, ha defendido que los socialistas quieren y creen en una España «fuerte en su unidad y, al mismo tiempo, orgullosa de su diversidad». «Creemos en un autogobierno que sirva a los intereses de la ciudadanía, que sirva a la mejora de la sociedad», ha aseverado.
TRANSFERENCIAS
Respecto a las transferencias del Estatuto de Gernika aún pendientes de cumplir, Iceta ha reconocido que el proceso «no siempre es sencillo y lo que va quedando es lo más difícil». «Todavía está en esa lista ver qué participación se puede tener desde un Gobierno Vasco en la gestión de la Seguridad Social. Eso tiene una complicación muy grande», ha argumentado.
Asimismo, ha destacado que el socialismo vasco es «sinónimo de serenidad, tenacidad y estabilidad», algo que necesita la política en la actualidad en el conjunto del Estado.
«Necesitamos estabilidad para hacer frente a la pandemia y necesitamos también serenidad para no dejarnos llevar por el último grito… Ha habido elecciones en la Comunidad de Madrid, y parece que allí empieza y acaba todo. Lástima que no hubiera esa reacción cuando en Cataluña conseguimos convertirnos en el primer partido en las pasadas elecciones», ha manifestado.
Durante su intervención, el ministro ha recordado además la relación histórica entre socialistas y jeltzales, y ha defendido que ambos comparten la «idea de que se necesitan gobiernos estables, no sometidos a la negociación constante y a ser rehenes de la polarización».
Asimismo, ha afirmado que la «hoja de ruta» del Gobierno de Pedro Sánchez pasa por «vacunar, la recuperación económica, una utilización sensata de los fondos europeos y por mantener una política social vigorosa».
«Nuestro horizonte es el año 2023. Algunos se comportan como si las elecciones fuesen mañana, pero no es así. Tenemos un plan para una legislatura y trabajo para algo más», ha insistido.
Tras abogar por fomentar el «acuerdo, el diálogo y el trabajo conjunto entre instituciones», Iceta ha apostado por «trabajar juntos» en una Europa más «integrada y fuerte.
ESTADO DE ALARMA
Por otro lado, se ha referido al decaimiento del estado de alarma este pasado domingo y a las imágenes que se vieron en algunas ciudades que, según ha reconocido, él pensaba se iban a producir «así», de tal forma que «habría mucha gente con ganas de gritar y salir a lo que fuera».
«Hay que decir que ha terminado el estado de alarma, pero no la pandemia y hay que ir con cuidado. Hemos de pedir un esfuerzo de contención», ha indicado, para añadir que «la restricción de las libertades en una sociedad democrática debe ser excepcional y temporal».
Respecto a si la única manera de «contener» a parte de la ciudadanía es estableciendo prohibiciones, ha considerado que no se debe «tener tan poca confianza en nosotros mismos pensando que solo las prohibiciones harán que cada uno saque lo mejor de sí mismo».
«Pero hay que tener liderazgos a la altura de las responsabilidades, gentes capaces de decir la verdad y convencer», ha argumentado, para añadir que los datos de la pandemia en Euskadi «son malos», lo que obliga a ser «más precavidos y exigentes con quienes gobiernan y los ciudadanos».
En este contexto, ha advertido de que «libertad y caos no es lo mismo», por lo que «restringir libertades no es la mejor receta para evitar el caos». No obstante, ha reconocido que si en algún momento el Ejecutivo de Sánchez considera que con las medidas establecidas «no es suficiente» como para controlar la pandemia, «habrá que llegar a otras cosas».
«Pero para evitar un botellón no hace falta un estado de alarma; con una ordenanza municipal y la policía municipal debería bastar… A veces hay quien quiere matar moscas a cañozanos y las instituciones tienen un amplio abanico de posibilidades de actuación», ha finalizado.