ERC se prepara para su guerra interna contra Pere Aragonès: «Se tendrá que ir»

ERC se prepara para una larga noche electoral el próximo 12 de mayo, a pesar de que las encuestas auguran una dura pugna con Junts, con resultados dispares -o segundos o terceros, pero sin superar al PSC de Salvador Illa-. No obstante, un sondeo interno ha desatado las alarmas en la formación, que pasaría de los 33 a entre 21 y 23 escaños, dejándose doce escaños en apenas tres años y tres meses. La caída meteórica de los de Pere Aragonès se mantiene desde la expulsión de Junts del Govern de la Generalitat.

Según el ‘tracking’, el PSC ganaría ampliamente estos comicios del 12-M, con 42 escaños, mientras Junts apuntaría a los 35 escaños. Todo en el ecuador de la campaña. A partir de este lunes, el CIS y algunas empresas demoscópicas realizarán sus propios sondeos, pero no se harán públicos, a excepción de los de Andorra, que podrán seguirse al publicarse en otro país.

El beneficiado en este sondeo interno es Junts, con un Carles Puigdemont estelar y sin pisar Cataluña, con un mitin diario desde Argelés (Francia) y un acto central en Barcelona en el cierre de campaña, el próximo viernes. También los socialistas empujan y escoran a ERC, con Salvador Illa apoyándose en Pedro Sánchez y en José Luis Rodríguez Zapatero, artífices de la idea de tratar de formar una España federal y su nación de naciones.

ERC SE SOMETERÁ AL EXAMEN INTERNO

Los malos resultados augurados apuntan a una «noche de cuchillos largos» para ERC. «Había ruido de sables antes de estas elecciones y Junqueras optó por confeccionar las listas, sin grandes escuderos para Aragonès», apuntan fuentes de los republicanos a este medio. Y es que, antes de apartarle y generar un cisma en pleno clima electoral, Junqueras decidió por trenzar un plan estratégico que sea como fuere, el resultado dejaría a Aragonès a los pies de los caballos. «Si pierde, toda la culpa sería de Aragonès; si se mantiene, serían los cambios realizados por Junqueras los que estarían tras los resultados. Sea como fuere, el presidente de la Generalitat no tendría alternativa», apuntan las fuentes.

Aragonès mostró también sus propias intenciones al dejar fuera de las listas a Roger Torrent, uno de sus principales adversarios internos en ERC, pero pieza clave en su Govern. «Es un feo, su muerte política», apuntan las mismas fuentes sobre esta decisión que no ha dejado indiferente a nadie. Torrent es un referente dentro de la Cataluña interior, en Girona, territorio dominado ahora por Junts y el populismo de Aliança Catalana. «Perder peso en Girona pasará factura al partido a medio plazo. Es una de las principales plazas del independentismo», recuerdan las mismas fuentes.

Perder peso en Girona pasará factura al partido a medio plazo

En 2021, ERC obtuvo cuatro escaños en la circunscripción, por delante del PSC, con uno menos. No obstante, Junts se alzó como la opción más votada, con 90.052 papeletas. No obstante, tanto Junts como ERC se dejaron más de 50.000 y 28.000 votos, respectivamente, respecto a las elecciones de 2017.

VENTAJA CLARA DE CARLES PUIGDEMONT SOBRE ERC

«La tendencia es claramente desfavorable en los últimos cuatro comicios, incluidos los municipales», advierten las fuentes. «No auguro un futuro en política con un presidente que habría perdido 12 escaños y que se ha dejado la friolera de casi la mitad de los votos, elección tras elección», apuntan. ERC obtuvo 466.020 votos el pasado 23-J frente a los más de 900.000 que registró tras el 1-O. «Sólo nos salvó la abstención y la gran caída de Ciudadanos. Conseguimos un escaño más, pero los datos fueron un duro revés del que no nos hemos recompuesto aún», han indicado.

Con Junts por encima, con un Carles Puigdemont desatado y certero en su mensaje, ERC se prepara para hincar la rodilla ante un apabullante resultado de la derecha transversal catalana. Los escenarios apuntan a las peticiones de dimisión y caras muy largas en la noche electoral. «Esto no lo salva ni Junqueras», indican las fuentes.

ERC prepara su particular guerra en caso de debacle el 12-M
ERC prepara su particular guerra en caso de debacle el 12-M

La convivencia entre las tres almas de ERC -la unilateral para conseguir la independencia, la pragmática y convivir con el PSC en la Generalitat y la que busca mimetizarse con Bildu, pero confrontando con el PSOE de Pedro Sánchez, como piden Roger Torrent, Sergi Sabrià, Marta Vilalta y ahora exconsejeros del Gobierno catalán- es completamente incierta, e incluso no se descarta la entrada en una guerra de sucesión dentro del partido.

La imagen de Pere Aragonès, además, se está deteriorando por momentos, siendo el único partido que recibe serios reproches y escraches en sus mítines. Por un lado, Ignasi Elena no puede acercarse a la zona de Ciutat Vella sin recibir críticas y pitadas de los vecinos por los desahucios en la zona, mientras que los funcionarios de prisiones recuerdan a la empleada Núria asesinada a manos de un reo interno con un grito alto y claro: «Todos somos Núria».

ERC RECIBE LOS ESCRACHES DE IZQUIERDAS Y PRISIONES

La falta de respuesta desde ERC pone de manifiesto las debilidades de su discurso. Por un lado, la derecha independentista más dura gana enteros por la falta de inseguridad en numerosas zonas de Cataluña, especialmente en Barcelona y Girona. Este mismo fin de semana, ha sido ejecutado un hombre en plena feria de abril de la Ciudad Condal con cinco disparos en la cabeza, mientras ese mismo mensaje cala positivamente en la derecha más conservadora, independentista y constitucionalista.

En ERC, además, temen que PSC y Junts puedan sumar para conformar una nueva mayoría en el Parlament. Aquí, el frente se abre en canal. Una parte de los republicanos consideran que las elecciones catalanas no deben interrumpir la labor de Gabriel Rufián en el Congreso de los Diputados, mientras que una parte, cada vez más numerosa, considera que ERC debe entregar la cabeza de Pedro Sánchez si Salvador Illa entrega la cabeza de Pere Aragonès. «Sin Generalitat no hay Moncloa», justifican.

EL PSC Y UN ILLA EN MODO SALVADOR CON UN ESTATUTO TUMBADO EN 2010

De esta forma, Aragonès busca mantenerse a pesar de caer en escaños. El tripartito estaría cada más cerca, pero necesitarían a los ‘Comuns’ para gobernar según el sondeo interno, mientras los programas electorales son incompatibles en puntos clave, como la ampliación de El Prat o el proyecto BCN World -antiguo Eurovegas-. Los ‘morados’ de Jéssica Albiach se opondrán a estos proyectos, que podrían salir con los votos de Junts y Aliança Catalana, no sin antes exigir la gestión de la infraestructura como mínimo.

Todo, mientras Oriol Junqueras continúa con su estrategia emprendida en 2015, cuya prioridad es ensanchar la base social de ERC, logrando atraer a descontentos de Junts, PSC y en parte a quienes buscan cambiar la relación con el resto de España. Pero este objetivo necesita pilares sólidos en la gestión, donde ERC flaquea, como hubiera pasado también con el PSC. La sequía y el informe PISA son dos de los pilares que demuestran que ni la gestión del bien más preciado ni tampoco la inmersión lingüística, defendida por republicanos y socialistas a partes iguales, son modelos a seguir.

Salvador Illa, por su parte, se muestra como el mesías, un Artur Mas pero en plan progresista. No obstante, busca la vuelta al Estatuto de 2006, tumbado por el Tribunal Constitucional en 2010, con la aparición de José Montilla en la manifestación de Ómnium Cultural en aquel horrendo y perjudicial tripartito –PSC, ERC e ICV-. Para el candidato socialista, esta es la salida al procés, mientras vende lecciones del ‘trilingüismo’. Cabe recordar que en los municipios donde gobierna el PSC las comunicaciones oficiales se hacen únicamente en catalán y que en aquel Estatuto, cercenado por el TC, se exigía que fuera el catalán la única lengua en toda la Administración Pública. Lecciones de trilingüismo, ninguna.