Sánchez le pone el capote a Casado para intentar que se exceda sobre los indultos

El pasado 4M arrancó un nuevo ciclo político gracias al gran resultado de Isabel Díaz Ayuso y a la confirmación del desplome de Ciudadanos. El centro-derecha, que suma 151 diputados en el Congreso (que son 160 virtuales, si Pablo Casado le roba todos los votos a Inés Arrimadas), ahora tiene previsiones de alcanzar los 175 según varias encuestas.

El Gobierno es consciente de su debilidad y Pedro Sánchez sabe que al menos tiene dos años y medio para levantar las encuestas. El presidente del Gobierno lo intentará mediante la campaña de vacunación, la recuperación económica vía los fondos europeos Next Generation y otros asuntos.

OTROS ASUNTOS

Iván Redondo sabe que el gran reto político del Gobierno en esta legislatura era ‘el tema catalán’ y sabe que una jugada audaz podría cambiar la tendencia estatal. No será fácil hacerlo porque los socios de ERC en el Govern tirarán en favor de la ruptura.

Pero en La Moncloa están jugando la carta que sacó José Luis Rodríguez Zapatero ante Mariano Rajoy en 2008: que el PP se radicalice, antes con las bodas gais, la negociación con ETA o la conspiranoia sobre el 11M. Y hoy con Cataluña, ya que en Ceuta el presidente Juan Jesús Vivas (PP) ha mostrado una postura muy aplaudida por la izquierda española.

VENGANZAS

El PP recogerá firmas contra los indultos a los líderes del procés, tal y como hizo contra el Estatut de Catalunya, y Pablo Casado ha decidido reeditar la foto de Colón junto a Santiago Abascal a pesar de que la imagen de febrero de 2019 se asocia a las hecatombes electorales del centro-derecha de ese año.

Casado dice que «cumplir la ley no es venganza», «dar un golpe al Estado no es un valor constitucional», «defender la unidad nacional no es revancha» y que «si Sánchez aprueba los indultos el PP recurrirá al Supremo».

También avanza que exigirán «el cambio de la Ley de indultos por sedición y rebelión -algo que dijo hará cuando llegue a La Moncloa- y del Código Penal contra referendos ilegales. No permitiremos que lo vuelvan a hacer ni los golpistas, ni usted (en referencia a Sánchez)».

El líder de la oposición recuerda que Pedro Sánchez «pactó con los secesionistas para que le hicieran presidente. Ha quedado claro que se debe a ellos y no a los españoles. Ahora quiere indultarles traicionando su palabra, al código ético de del PSOE, a doce informes de la Fiscalía, a la Constitución y a la igualdad de los españoles. Quiere salvar un problema personal convirtiéndolo en un problema de Estado por continuar en el poder».

Casado dice que los indultos serán el «finiquito y el epitafio del PSOE constitucional. Deje de tomarnos el pelo con la España del 2050 (de la que ha escrito Iván Redondo) cuando sus verdaderos jefes no quieren que llegue ni si quiera al 2022».

El PP se ha lanzado en tromba contra La Moncloa a cuenta de los indultos: Isabel Díaz Ayuso ha acusado a Sánchez de no tener «escrúpulos» y de buscar mantenerse en el poder «sin importar el peaje que paga España».

El presidente castellano-leonés Alfonso Fernández Mañueco por su parte asegura que «la Constitución y la Justicia en España fundamentan la esencia misma de la concordia y son la garantía de igualdad de todos ante la Ley. Indultar a quien no se arrepiente y amenaza con reincidir está en las antípodas de la equidad».

CONCORDIA

Pedro Sánchez hace caso omiso a la bronca ‘popular’ y recuerda que «la Constitución recoge el castigo y la concordia. Hay un tiempo para el castigo y un tiempo para la concordia. El Gobierno tomará su decisión en beneficio de la concordia y le garantizo que tomaríamos la misma decisión que si el gobierno progresista tuviera 300 escaños, una decisión en conciencia en favor de la concordia, la convivencia y el encuentro de todos los españoles».