El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a los países del G7, que se van a reunir este fin de semana, que se comprometan en donar dosis de vacunas contra el coronavirus en junio y julio, y ha avisado del peligro que puede suponer levantar «demasiado rápido» las restricciones.
En rueda de prensa, Tedros ha avisado de que, si bien a nivel global el número de nuevos casos de contagios de coronavirus se ha reducido en las últimas seis semanas y los casos de muerte en las últimas cinco semanas, se está produciendo una «pandemia dual», dado que se está incrementando la mortalidad en África, las Américas y el Pacífico Occidental.
«Muchos países se están enfrentando a una situación muy peligrosa, mientras que otros, gracias a que cuentan con unas tasas de vacunación muy altas, empiezan a poner fin a las restricciones. No obstante, estas tienen que relajarse con cuidado y de conformidad con la circulación del virus y las capacidades de respuesta porque, de lo contrario, sería desastroso para aquellas personas que no están vacunadas», ha señalado el dirigente del organismo de Naciones Unidas.
En este sentido, Tedros ha lamentado que los países de altos ingresos hayan administrado un 44 por ciento de las dosis mundiales de las vacunas, mientras que el porcentaje se sitúa en el 0,4 por ciento en el caso de las regiones de bajos ingresos. «Lo más frustrante de esta estadística es que lleva meses sin cambiar», ha avisado, para recordar que la «vacunación desigual es una amenaza para todos los países y no sólo para los más pobres».
Por ello, y debido a que la OMS calcula que se necesitan para junio y julio unas 100 millones de vacunas en el mecanismo Covax, el director general de la OMS ha pedido a los países del G7 a que donen vacunas, y ha solicitado a los fabricantes de las mismas a que destinen un 50 por ciento de su volumen a vacunas al Covax.