Gobierno y Baleares abordan el «crecimiento demográfico intenso»

El secretario general para el Reto Demográfico del Gobierno central, Francesc Boya, se ha reunido este martes con varias instituciones baleares para trabajar en la Estrategia del Reto Demográfico de las Islas, que tienen «un contexto singular» por experimentar un «crecimiento intenso» de población y de población flotante, y que viene enmarcarcado en el documento de 130 medidas para todo el territorio nacional.

Según han explicado este martes en rueda de prensa la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez, mientras la media nacional de crecimiento se ha situado en un 18 por ciento en los últimos 20 años, en el caso de Baleares ha sido de casi el 40, lo que supone «una diferencia notable».

En este sentido, el objetivo de la Estrategia de Reto demográfico busca dar solución al «desequilibrio poblacional entre todo el Estado español», que tiene que ver con la distribución de la población, envejecimiento o las migraciones.

Por ello, en la reunión de este martes han tratado aspectos relativos al crecimiento demográfico, así como a la naturaleza del territorio balear y «a todos los desafíos que significan para su sociedad desde el punto de vista de servicios públicos, modelo socioeconómico, consumo de recursos naturales, producción de residuos y la vulnerabilidad de las Islas.

Se trata de «poner encima de la mesa todas estas dificultades que tienen las Islas y que deben ser compensadas y compartidas con el Gobierno», ha añadido Sánchez.

Por su parte, el conseller de Territorio y Medio Ambiente, Miquel Mir, ha destacado la «realidad territorial y ambiental de las Islas», un hecho «muy importante» que se debe afrontar.

Mientras que el reto demográfico está asociado a problemas de despoblación en la mayoría del territorio nacional, «Baleares se encuentra en una tesitura inversa», ya que en periodos «muy concentrados» las Islas reciben una parte importante de población, «todo un reto para el equilibrio ecológico de la comunidad».

En este sentido, Mir ha insistido en la «fragilidad y vulnerabilidad» de Baleares por su condición de archipiélago, «con todos los problemas que derivan de ello y que ya se están traduciendo desde el punto de vista de la emergencia ambiental y climática».

De hecho, con la llegada de la pandemia, las Islas han podido ponderar de manera cuantitativa «qué sucede cuando esta presión antrópica disminuye de manera drástica», ya que los indicadores de parámetros ambientales demuestran «lo sobresaturadas que están las Islas en una temporada de verano normal».

Por su parte, Boya ha valorado la reunión como un encuentro para «sacar conclusiones conjuntas y ver cómo gestionar dos realidades –despoblación y sobrepoblación– que parecen opuestas pero que tienen puntos en común», como el sector económico y la superurbanización, a través de las políticas de cohesión territorial.

En este sentido, ha resaltado el «interés especial» que tiene el Gobierno por la situación de las Islas y sobre la que trabajarán a través del documento de medidas y con la agenda común aprobada en la Conferencia de Presidentes, con el fin de «generar la cohesión territorial que le falta al país».