España se encuentra inmersa en la «fase final» de las evacuaciones en Afganistán, con el personal que permanece desplegado en el país volcado en completar los últimos vuelos que se realicen desde el aeropuerto de la capital, Kabul, según han confirmado en fuentes gubernamentales.
Los países de la OTAN cuentan con el 1 de septiembre como fecha tope para las repatriaciones, aunque varios aliados han adelantado ya que Estados Unidos les ha pedido que finalicen sus operaciones este viernes o sábado para poder sacar a sus propios ciudadanos del país durante los últimos días.
Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez evitan decir oficialmente el día de sus últimos vuelos desde Kabul, pero fuentes gubernamentales admiten que la operación se encuentra en su «fase final». En Afganistán permanecen el embajador de España en Kabul, Gabriel Ferrán, su ‘número dos’, Paula Sánchez, 17 miembros de la Policía Nacional y más de medio centenar de miembros de las Fuerzas Armadas.
Entre los militares se encuentra un grupo de operaciones especiales que se está adentrando en la ciudad de Kabul para recoger en las cercanías del aeropuerto a colaboradores afganos, aunque la violencia e inseguridad se incrementa cada día en la zona, según han reconocido esta semana tanto la ministra de Defensa, Margarita Robles, como el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Teodoro López Calderón.
Los aviones A400M del Ejército del Aire enviados por España realizan entre dos y tres vuelos diarios a Dubái, desde donde los repatriados vuelan a la base española de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
ALREDEDOR DE 1.400 AFGANOS EN ESPAÑA
Desde la pasada semana han llegado a España alrededor de 1.400 afganos que durante los últimos 20 años han colaborado con las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Asuntos Exteriores o instituciones españolas; además de los que pasan por Madrid en aviones fletados por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
Pese a que el Gobierno ha asegurado que su voluntad es «no dejar a nadie atrás», durante los últimos días reconocen que la situación es cada vez más complicada e inevitablemente quedarán en el país algunos colaboradores que no hayan podido llegar a tiempo al aeropuerto de Kabul.