El presidente del PP, Pablo Casado, destacado este sábado la «valentía» y la «perseverancia» del mundo fallero que ha conseguido celebrar sus fiestas después de unos meses «muy difíciles» a raíz de la cancelación de las Fallas de del año pasado por la pandemia de la Covid-19 y que «lo ha pasado mal» con la reciente DANA que «ha puesto en riesgo la plantà y que algún monumento llegue hasta la cremà».
Casado se ha pronunciado en estos términos en Valencia, durante su visita a la Falla Exposición, donde ha estado acompañado por el presidente del PPCV, Carlos Mazón; la secretaria general del PPCV y portavoz en el Ayuntamiento, María José Catalá; y el Vicente Mompó, presidente del PP de Valencia.
El líder de los ‘populares’ ha valorado las Fallas, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como un «espectáculo artístico» pero también como «un elemento muy importante de nuestra imagen internacional y turística y de las tradiciones».
Así, el líder nacional de los ‘populares’ ha coincidido con la secretaria general del PPCV y portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, en la necesidad de que Generalitat y Ayuntamiento habiliten «ayudas» para este sector, que el año pasado no pudo celebrar sus fiestas.
«AYUDAS» PARA EL MUNDO FALLERO
Catalá ha valorado también la «fortaleza» y la «resistencia» del mundo fallero, tanto ante la pandemia como ante los temporales y ha señalado que estas fallas están aquí «para demostrarle al mundo que la cultura segura vale la pena y que las fallas son parte de nuestro ADN, de nuestro día a día, y necesitamos ver Valencia con vida y con alegría».
Para la secretaria general del PPCV, todos los sectores que están en torno a las Fallas -indumentaria, orfebrería, floristería, artistas falleros– son importantes» por lo que ha reclamado al Gobierno municipal y autonómico «ayudas» para estos sectores.
«OPTIMISMO»
Por su parte, el presidente del PP en la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, ha querido lanzar un mensaje de «optimismo» y ha señalado que el hecho de que Valencia tenga fallas «es un mensaje a otros municipios de que se pueden celebrar fiestas con responsabilidad».
«Durante estos días he visto lágrimas en los ojos de las falleras por el mal tiempo que ha hecho, pero también he visto ilusión y me quedo con la responsabilidad y paciencia que han demostrado. Los falleros han dado un ejemplo de sentido común», ha asegurado.