Tres de cada diez inversores institucionales considera que contar con buenas prácticas en materia medioambiental, social y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) podría justificar un incremento de la valoración de las compañías del 50% o superior, según el estudio ‘The Mainstream of Investing in the Decisive Decade for Climate’ elaborado por FTI Consulting.
La firma recoge que los activos bajo gestión en fondos ESG se han duplicado en tan solo un año, hasta alcanzar el nivel récord de 1,4 billones de dólares (1.180 millones de euros) en abril de 2021. Al mismo tiempo, en lo que va de 2021, en torno a un tercio de los flujos de renta variable global han entrado en fondos ESG, según datos de Bank of America.
Para comprender cuál va a ser el impacto de los criterios ESG a lo largo del tiempo, FTI ha recogido cinco grandes conclusiones y sus propias predicciones sobre las tendencias ESG para 2022 en su estudio anual entre grandes inversores institucionales a nivel global.
Desde FTI Consulting también subrayan, como indicador inefable de la tracción que han ganado la integración de políticas de sostenibilidad, el hecho de que la iniciativa ‘Net Zero Asset Managers, lanzada en diciembre de 2020 y que persigue alcanzar las cero emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, ya cuente con 128 firmantes que representan un patrimonio conjunto de 43 billones de euros en activos bajo gestión.
LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, EN LA AGENDA DE LOS INVERSORES
Según el estudio a inversores institucionales conducido por FTI Consulting, actualmente nueve de cada diez inversores han dedicado tiempo en el último año a mejorar su comprensión sobre los problemas que representa el cambio climático.
Sin embargo, estos mismos inversores creen que las compañías están actuando mejor en otras áreas ESG como salud y seguridad de los trabajadores (48%), gobierno corporativo y compromiso con la comunidad (47%) o gestión de la cadena de suministro (46%), frente al 42% que se declaró «extremadamente positivo» respecto a las acciones corporativas que están tomando las empresas para combatir el cambio climático.
FTI Consulting espera que a lo largo de 2022 siga aumentando la responsabilidad corporativa para combatir el cambio climático y que los consejos se vuelvan cada vez más responsables. También ve más probable que haya más operaciones corporativas que se vean impactadas o disrumpidas por un evento relacionado con el clima. «Esperen más, y no menos compromiso con estos asuntos, después de la COP26», indican los responsables del estudio.
VALORACIONES MÁS ELEVADAS
Según el estudio, todos los inversores institucionales consultados coincidieron al afirmar que existe una correlación positiva entre prácticas ESG fuertes y una valoración más elevada de la compañía.
Además, un tercio de la media de encuestados (34%) indicó que contar con buenas prácticas ESG podría justificar un incremento de la valoración del 50% o superior. «Esto no solo valida a las compañías que muestran liderazgo en sostenibilidad, también pone presión sobre las rezagadas para que se muevan rápido si quieren ir a la zaga», explican desde la firma.
FTI Consulting vaticina que las compañías pasarán de tener una agenda ESG basada únicamente en el cumplimiento normativo a buscar cada vez más cómo mostrar liderazgo a través de la innovación que atraiga a inversores y genere un éxito comercial.
Además, aquellas que incorporen bien los criterios ESG lo tendrán más fácil para atraer y retener talento, especialmente si aplican estrategias efectivas para reforzar la diversidad en el lugar de trabajo, la inclusión y el sentimiento de pertenencia.
PREOCUPACIÓN POR LA CIBER SEGURIDAD
FTI Consulting pidió a los inversores institucionales participantes en el estudio una lista de posibles factores que pudieran dañar al valor de sus compañías en los próximos 12 meses. El riesgo más citado, por uno de cada cuatro inversores, ha sido el de un posible ciberataque.
Otros riesgos relacionados con la ESG que están en la mente de los inversores institucionales son la posibilidad de causar daños medioambientales (21%), comisión de fraude (20%) o disrupción causada por accionistas activistas (19%).
«Todos juntos, estos riesgos subrayan la importancia de una buena gobernanza corporativa para la comunidad inversora», apuntan desde la firma.
Los expertos de FTI anticipan una escalada de los ataques de ‘ransomware’; según un estudio interno de la firma, solo en 2020 se incrementó en más de un 700% el volumen de ataques de ‘ransomware’ detectados y bloqueados. Esta es una tendencia que se ha acelerado con la pandemia: al incrementarse el número de empleados teletrabajando, esto ha supuesto un incremento significativo del número de puntos de acceso potenciales para los ‘hackers’.
La recomendación de la firma para poder reforzar sus sistemas de seguridad pasa por iniciar procesos internos de revisión de ciber riesgos potenciales, que denomina «Cyber Crisis Resilience Reviews».
COMPAÑÍAS MÁS TRANSPARENTES
Tres de cada cuatro inversores institucionales están demandando activamente más información sobre la estrategia de sostenibilidad de las empresas, un incremento del 13% respecto a 2020.
Adicionalmente, un 88% de inversores apoyan que los gobiernos determinen objetivos para los informes corporativos no financieros, mientras que un 87% piensa que el sector privado ha fracasado en la tarea de implementar su propio modelo de ‘reporting’ estandarizado.
Para FTI Consulting, compromiso y comunicación serán vistos cada vez más como elementos esenciales para el éxito financiero, con un enfoque en la resiliencia en el corto plazo y la sostenibilidad en el largo plazo. Las compañías deberían prepararse para dar respuesta a un número creciente de preguntas de inversores relativas a la performance ESG.
DESINVERTIR EN COMPAÑÍAS CON PUNTUACIONES ESG BAJAS
Según el estudio, el 81% de inversores afirma experimentar una presión creciente para desinvertir en compañías con malas puntuaciones ESG, mientras que otro 84% considera que la amenaza de desinversión es suficientemente fuerte como para obligar a dichas compañías a emprender acciones para mejorar la integración de prácticas ESG en sus modelos de negocio.
FTI Consulting predice a este respecto que aparecerán marcos de reporting de sostenibilidad corporativa más estrictos. «El impacto económico de la pandemia no protegerá a las compañías con mal comportamiento ESG o falta de compromiso, con los problemas que esto plantea. Esperamos seguir viendo a lo largo de 2021 y 2022 la construcción de ‘building blocks’ para impulsar el cambio sistémico en algunos sectores, emparejado con una performance acelerada en otros. Los líderes serán recompensados, mientras que los rezagados tendrán que enfrentarse con una base de inversores cada vez más informados y activos», concluyen los autores del estudio.