El IX Congreso Internacional del Año Santo Compostelano se celebra desde este jueves en la capital gallega, a través de una serie de relatorios en los que se abordará la idea de la peregrinación jacobea y del Camino de Santiago como un itinerario de esperanza en este contexto de dificultad marcado por la pandemia sanitaria y sus consecuencias en diferentes ámbitos.
Tras enfocar las últimas ediciones en la preparación del Año Santo, esta nueva edición se centrará en el sentimiento de esperanza y recuperación que implica la ruta en estos tiempos de pandemia, tema que se abordará desde diferentes puntos a través de relatorios y mesas redondas con representantes como Bernart Baltza o José Fernández Danvila
El acto de inauguración se celebró en la propia Cripta del Pórtico de la Gloria de la Catedral compostelana, con la presencia del arzobispo, Julián Barrio, el edil Sindo Guinarte, la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro y el delegado de Peregrinaciones da la Catedral de Santiago, Segundo Pérez.
La directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, incidió en la necesidad de trabajar «para recuperar la esperanza» tras los meses más duros de la pandemia y «afrontar los retos» del Camino de Santiago «desde los valores cristianos».
Así, ha destacado el voluntariado como «parte fundamental» de la acogida y «los valores espirituales del Camino», cuya «esencia» se sitúa en el que el trabajo de acogida, la hospitalidad y «la empatía» como «el mejor servicio al peregrino.
Castro ha reivindicado la importancia de estos tiempos tan difíciles para «recordar la importancia de la atención espiritual» y reivindicar la fe y los valores a lo largo del Camino en este Xacobeo.
META ESPIRITUAL
En este sentido, ha considerado que la ruta es cultura, paisaje, historia pero también «una meta espiritual» que invita a compartir las reflexiones en la vuelta a casa y ha apelado a la «unión e intercambio» de culturas que permite el Camino, con peregrinos de más de 180 nacionalidades que conviven durante días al margen de sus intereses particulares.
Sindo Guinarte, por su parte, ha llamado a consolidar la esperanza en los próximos meses para asegurar la recuperación tras la pandemia y ha asegurado que este congreso permitirá aportar contenido y aportaciones «que derivarán en reflexiones que ayudarán a comprender el fenómeno del Camino jacobeo y la acogida vinculada».
«Hablar de acogida es una necesidad en el mundo en el que vivimos. Tenemos que darle contenido, hacer ver que nuestra voluntad es cuidar, proteger a las personas más desfavorecidas y también a quienes buscan encontrase a sí mismos», ha añadido.
SENTIMIENTO DE ACOGIDA
Precisamente, Segundo Pérez situó la acogida como una oportunidad para «abrir puertas tanto por el que recibe como por el que es recibido», y como concepto en el que la diversidad no importa, sino el descubrimiento de otras personas.
«Peregrinar no es solo caminar por los senderos y rutas jacobeas, sino por las vías del espíritu», ha insistido, y manifiesta una realidad «más amplia y profunda que desde la mirada superficial» para miles de peregrinos que sienten una «conexión con su interioridad» para «descubrirse a sí mismos».
Finalmente, Julián Barrio apeló a la «esperanza de peregrinar a Santiago» desde «la verdad auténtica del hombre». «Llegando a Santiago se encuentra con el cimiento del testimonio apostólico», ha señalado, puesto que el final «es la casa del señor Santiago, pero la meta es la libertad del corazón».
El arzobispo ha situado la peregrinación como «camino de transformación» pero «no solo de la mente, sino del corazón» para hacer «más decididos y ligeros los pasos» a aquel caminante para «encontrase con quien le llamó a salir de su tierra y de su casa».
«La esperanza se recorre con sandalias nuevas», ha añadido Julián Barrio, llamando a la Iglesia a escapar de la opulencia y la «acomodada autoconservación» para transitar «sin desviarse de la misión de servicio».