Puigdemont se empeña en irse a Canadá y le dan portazo

Canadá ha vetado por segunda vez a Carles Puigdemont su entrada en el país. El motivo es mentir en el sencillo cuestionario que se exige a toda persona que pretende entrar en el país sin el visado. Los ciudadanos españoles están exentos de pedir la visa para poder entrar en el país norteamericano.

Canadá no es ni Francia ni Italia, al menos a nivel judicial, e Intentar torear a una de las oficinas de inmigración más severas del mundo con burdas tretas es contraproducente. Canadá se toma muy en serio su seguridad y mentir o cambiar la versión en un formulario oficial levanta sospechas.

El expresidente de la Generalitat ha recibido un sonoro portazo en este nuevo intento de reunirse con los independentistas del Quebec. Lo lleva intentando sin éxito desde 2019, pero esta vez el varapalo es severo para los intereses del prófugo de la justicia española.

PUIGDEMONT INUNDÓ CON CIENTOS DE PAPELES EL BUZÓN DE INMIGRACIÓN DE CANADÁ

El Tribunal Federal de Canadá ha denegado su entrada al considerar correcta la actuación de los agentes de aduanas que rechazaron la entrada a Puigdemont al no proporcionar éste la información que se exige para entrar. En concreto, Puigdemont no facilitó una información sencilla que se le pidió en tres ocasiones, según la sentencia a la que ha tenido acceso MONCLOA.com.

El fallo de este tribunal está fechado el 22 de septiembre, pero no se ha dado a conocer hasta una semana después, justo cuando fue apresado en Italia. Según el fallo judicial, Puigdemont «no solicitó una visa temporal«, sino que buscaba beneficiarse de la exención que tiene España con ese país.

Cuando se le preguntó a Puigdemont si fue acusado de algún delito en algún país, respondió «no» en el formulario

«Después de numerosas discusiones con los representantes, la solicitud de autorización electrónica de viaje fue rechazada«, ha destacado el Tribunal Federal, que apunta que Puigdemont lo intentó al menos dos veces y no sólo una.

Puigemont Yvan Roy Moncloa
Yvan Roy, el juez que ha denegado la entrada a Puigdemont en Canadá

En lugar de responder a las cuestiones de los funcionarios, Puigdemont realizó un envió de 400 páginas para dar a conocer si tenía o no cuentas pendientes con la justicia española.

En su primera respuesta, Puigdemont negó que tuviera asunto judicial alguno en España, pese a estar buscado por cometer presuntos delitos de rebelión y malversación. De hecho, pesa sobre Puigdemont una orden internacional, que por el momento ningún país de la UE ha activado.

EL JUEZ YVAN ROY MUESTRA LA SERIEDAD CANADIENSE CON PUIGDEMONT

En su segunda petición, el expresidente de la Generalitat modificó sus palabras para tratar de engañar a la justicia canadiense. Según el juez, el expresidente sostuvo un relato inverosímil, como dando a entender que los cargos que pesan sobre Puigdemont se habían retirado. Pero el juez Yvan Roy, que peina canas, no se lo creyó. «La solicitud de extradición habrá sido denegada en Alemania, pero parece que los cargos presentados en España no han sido retirados», apostilló en su sentencia.

De hecho, Roy aplaude la labor de los funcionarios canadienses. «Como era de esperar, el funcionario de inmigración continuó investigando para averiguar más sobre los cargos» que pesan sobre Puigdemont.

La documentación aportada por Puigdemont es una retahíla de «respuestas evasivas» a una pregunta tan sencilla como la planteada. El juez ha recordado que Puigdemont intentó entrar en el país el 26 de febrero de 2019, como invitado del partido independentista del Quebec.

«Cuando se le preguntó a Puigdemont si fue acusado de algún delito en algún país, respondió «no» en el formulario», afirmó el tribunal. «No es verdad», sentenció acto seguido. En otro intento, Puigdemont sí respondió afirmativamente a esa misma pregunta, motivo por el que los funcionarios de inmigración exigieron al expresidente una hoja de antecedentes penales y policiales, describiendo los delitos a los que se enfrentan, así como la legislación española sobre cada uno de ellos. También le pidieron que diera su versión de los hechos que se le imputan.

LOS RESÚMENES DE PUIGDEMONT: DE CASI 300 PÁGINAS A 72

En esta respuesta, fechada el 28 de mayo de 2019, Puigdemont no se limitó a describir cada uno de los delitos, sino que envió una documentación con 282 páginas, desordenadas y en tres mails. Ante este ‘spam’, el funcionario le exigió una respuesta más sencilla. «No disponemos de un documento de las autoridades españolas que nos permita establecer todos los cargos y todas las posibles consecuencias o sanciones de su código penal. Es imposible realizar un análisis», notificó al expresidente.

En vez de utilizar un resumen, la respuesta de Puigdemont se basó en enviar otras 86 páginas sin orden ni concierto, sin explicaciones ni un breve índice o resumen para conocer el contenido.

El funcionario de inmigración se dirigió una tercera vez debido a que la documentación aportada por Puigdemont apuntaba precisamente los delitos por los que hay orden de busca y captura en España y que su procedimiento judicial está aún pendiente. Estos hechos son suficientes para denegar la entrada en el país. Aún así, concedió a Puigdemont una nueva oportunidad.

«Antes de que tome una decisión final, puede proporcionar información adicional sobre este asunto», señaló el funcionario. «También puede proporcionar cualquier otra información que considere relevante», destacó. Puigdemont, en un cuarto correo, reenvió 72 páginas sin información adicional. Este último mail del expresidente colmó la paciencia de los funcionarios de inmigración y declinaron permitirle la entrada.

SIN ORDEN NI CONCIERTO EN LOS PAPELES DE PUIGDEMONT

«El abogado no proporcionó ninguna información adicional o de otro tipo en respuesta a mi petición», según reza la declaración del funcionario. Asimismo, «no presentó ningún documento que indique que el proceso penal ha terminado en España», dando así el portazo definitivo al asunto.

Puigdemont trató de inundar la oficina de inmigración con centenares de páginas, pese a que la cuestión era mucho más sencilla. Pese a la documentación, los funcionarios no encontraron ni un solo papel sobre una «redacción precisa de los supuestos delitos, ni del propio texto de la ley«.

«La solicitud de información del 9 de mayo de 2019 se refería, por ejemplo, a documentos como una acusación o órdenes de aprehensión que pudieran brindar la información específica solicitada», señaló el tribunal. «Este tipo de documento no se encuentra en los cientos de páginas que se envían de forma masiva, por correo electrónico», remachó.

«En lugar de responder preguntas simples y comentar la información solicitada, el demandante proporcionó una cantidad considerable de papel sin siquiera ofrecer una respuesta simple a una pregunta tan simple», afirma la sentencia. A juicio de Yvan Ron, la labor de los funcionarios es transparente y justificada.

Asimismo, ha recordado que la responsabilidad de responder a los formularios recae exclusivamente sobre el demandante, y no sobre el funcionario de inmigración. «El demandante debe proporcionar pruebas suficientes para justificar la entrada en el país», ha zanjado el asunto. De esta forma, Puigdemont tendrá muy complicado, por no decir imposible, entrar en Canadá.