Si vives a 30 kilómetros de tu empleo, Sánchez quiere que pagues dos euros al día por ir a trabajar

Habrá peajes en todas las autovías españolas, aunque el Gobierno quiere evitar que lo llames así. Así lo ha confirmado el secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez. Lo que no está del todo claro es cuándo se impondrán las tasas y cuánto nos costará. La idea que sopesa el Gobierno es la de poner coste al kilómetro. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha inspirado en los datos de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), que ha dejado claro que para hacer sostenible el sistema vial habría que imponer una tasa de entre tres y cinco céntimos por kilómetro. Es decir, que si vives a 30 kilómetros de tu trabajo y suponemos que el Gobierno ha establecido un peaje de cuatro céntimos por kilómetro, pagarás por ir a trabajar una media de 2,4 euros al día por ir a tu puesto y volver a tu casa. Vamos, que al mes estamos hablando de un sobrecoste de casi 50 euros por ir a trabajar.

Es tan impopular la medida que el Gobierno no se atreve a imponerla antes de las próximas elecciones. El presidente del Ejecutivo quiere que este peaje (aunque el secretario de general de Infraestructuras pidió amablemente que no lo llamáramos así, que buscáramos un apellido más amigable para la tasa) se imponga en 2024, es decir, el año siguiente a las elecciones generales. Aún no se han dado detalles sobre la letra pequeña de esta tasa, pero el Gobierno se ha inspirado en los datos de ACEX para establecer un baremo orientativo. Algunos piden que sean las empresas de transportes las que paguen, y no los turismos. Y hay otras apelaciones encima de la mesa. Pero que habrá más impuestos por usar las carreteras es evidente.

el PSOE ha decidido enterrar de momento la polémica de los peajes a que los vientos soplen a favor

Que Sergio Vázquez se haya ido de la lengua no ha gustado en el PSOE. Lo cierto es que esta bomba de relojería querían guardársela para más adelante dadas las circunstancias que afectan a los conductores. El precio de la gasolina está disparado y el Ejecutivo ha deslizado en su foro interno que no tiene intención de abordar el problema porque los coches de combustión atentan contra el cambio climático. Pero puesto que ya tienen a los conductores en pie de guerra a través de aplicaciones como Social Drive, el PSOE ha decidido enterrar de momento la polémica de los peajes a que los vientos soplen a favor. Pero no solo el secretario general se ha ido de la lengua, Pere Navarro tampoco ha ayudado a la hora de ocultar el hachazo a las clases bajas y medias que se avecina.

El director de la Dirección General de Tráfico intentó seducir a los españoles para que quisieran recibir de buena gana los peajes en las carreteras diciendo que cuando uno coge el autobús, el tren o cualquier medio de transporte, paga el servicio. Parece que el director general de tráfico se olvidó por completo de impuestos como el de tracción mecánica, la ITV u otras tasas que pagan los propietarios de un vehículo. Pero aún ignorando esta realidad, lo cierto es que esas carreteras también se han levantado con el dinero de todos los españoles. Sea como sea, Sánchez necesita liquidez y los conductores no son de su agrado.

Ir al trabajo con esta nueva medida encarecerá la vida. Pero no solo eso. Los autobuses que tengan que pagar ese peaje del presidente del Gobierno también se verán afectados. Incluso el propio abono transportes podría encarecerse dadas las circunstancias. Los gastos del transporte público también se encarecerán con el peaje que trata de imponer el Ejecutivo porque el traslado será más caro. Y si a esto le sumamos que el precio de la luz está disparado (algo que afecta especialmente a las redes como Cercanías o Metro de Madrid) o que el coste de la gasolina también está en cotas bien altas, el coste de la movilidad amenaza con ser el más caro de la historia de España gracias a las medidas del Gobierno.

El Ejecutivo dice que le han venido mal dadas, hablando en plata. Hablan de sostenibilidad y de que la red de carreteras no es sostenible, pero lo cierto es que tienen que corregir una serie de problemas de recaudación a golpe de impuesto. No es solo una demanda del PSOE, sino una promesa que el Ejecutivo le ha hecho a Bruselas. El plan del Gobierno pasa por que la UE conceda los fondos a nuestro país. Y para ello tienen que presentar unas cuentas que cuadren y que reduzcan el déficit.

LA DGT, EL BRAZO «ARMADO» DE SÁNCHEZ

El parque móvil en España está envejecido y la Dirección General de Tráfico ya se ha puesto manos a la obra para intentar rejuvenecerlo ya que la antigüedad de los vehículos influye negativamente en la seguridad vial. A juicio de la DGT, los vehículos viejos no disponen de tecnología suficiente para salvar vidas por lo que la renovación del parque automovilístico español se ha convertido en necesaria. «Hay que hacerlo», apostillan desde la DGT a la vez que proponen vehículos de ocasión para aquellas familias mileuristas que tienen un coche viejo.

«Nos conviene una renovación evidentemente», trasladan fuentes de la Dirección General de Tráfico a MONCLOA.com a la vez que explican que esta renovación va encaminada a tener coches con una mayor tecnología que favorezcan la seguridad vial. Sin embargo, esta pretensión de la DGT obliga a los propietarios de los coches viejos a comprarse uno nuevo dotado de la última tecnología cuyo precio no es asequible para todas las familias. Desde la DGT alegan que no son ajenos a la situación actual de los hogares pero advierten que «hay que renovar el parque automovilístico que está obsoleto».