La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido este jueves de que los avances para la integración de las personas migrantes en los países miembro, que se han conseguido en la última década, se han visto anulados en el último año a raíz de la pandemia del Covid-19 y llama a estos estados a realizar esfuerzos para revertir esta situación en sus políticas para la recuperación tras la crisis sanitaria.
Así lo ha señalado tras hacerse públicos los datos del último estudio realizado por la organización en esta materia, bajo el título ‘International Migration Outlook 2021’.
En este informe se recoge que los flujos migratorios permanentes hacia los países de la OCDE disminuyeron en más del 30% en 2020, hasta los 3,7 millones, el nivel más bajo desde 2003. «Todas las categorías de migración permanente experimentaron una caída, siendo la migración familiar la que mostró la mayor disminución», ha explicado la organización.
Sobre los flujos migratorios humanitarios, señala que se han visto «gravemente afectados» sobre la migración laboral y la de libre movilidad apunta que disminuyeron aproximadamente un 24% y un 17%, respectivamente.
ACCIÓN INTEGRAL URGENTE
Pero la OCDE pone especial énfasis en el estudio en las consecuencias que la pandemia ha tenido para la integración de las personas migrantes y, especialmente, en el progreso que se había registrado en ciertos países en los últimos diez años.
Es por eso que, la OCDE llama ahora a los gobiernos a emprender «urgentemente» una «acción integral y coordinada para evitar que la pandemia conduzca a un revés duradero en la integración de los migrantes», una situación que, a su juicio, «tendría importantes consecuencias económicas y amenazaría la cohesión social general».
El informe recoge que, desde el inicio de la pandemia, los trabajadores nacidos en el extranjero se han visto afectados de manera desproporcionada por la pérdida de puestos de trabajo.
Indica que la brecha en la tasa de empleo entre las personas nacidas en el extranjero y las personas autóctonas se ha ampliado en los países de la OCDE hasta alcanzar un promedio de 2 puntos porcentuales, mientras que la diferencia en la tasa de desempleo es ahora de más de 3 puntos porcentuales.
OPTIMIZAR LA RECUPERACIÓN
«La recuperación económica es una oportunidad clave para garantizar que se establezcan las políticas de migración e integración adecuadas», ha explicado el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
«La búsqueda vigorosa de las mejores prácticas políticas sobre la integración de los inmigrantes nos ayudará a optimizar la fuerza y la calidad de esta recuperación e impulsar la cohesión social general» ha añadido en su intervención durante la presentación del estudio.
En el acto también ha estado presente la comisaria europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, quien ha puesto en valor los datos de este trabajo que, ha apuntado, «contribuye a una base sólida para la formulación de políticas».
GANANCIAS FISCALES
En la presentación también se ha destacado el capítulo específico que la OCDE ha dedicado al impacto fiscal de la migración en los países de la organización. Si bien existen diferencias entre ellos, el estudio indica que los migrantes contribuyen más en impuestos y contribuciones de lo que reciben en salud, educación y protección social.
Ante esto, la entidad señala que «una mejor integración de los inmigrantes puede promover las ganancias fiscales». Por ejemplo, simplemente cerrar la brecha de empleo entre los migrantes en edad de trabajar y los nacidos en el país de la misma edad y nivel educativo podría aumentar la contribución fiscal neta total de los migrantes en más de un tercio de un punto porcentual del PIB en uno de cada tres países, indica el estudio.
Desde la OCDE piden a los gobiernos abordar las «numerosas desventajas» que afrontan los migrantes en los mercados laborales y las sociedades y que incluyan estas medidas en sus planes de recuperación ante ante la pandemia. «Esto requerirá ampliar el enfoque de las políticas de integración, así como una acción coordinada en los ámbitos de las políticas, como la salud, el trabajo, la educación y la vivienda, y los niveles de gobierno», ha insistido.
LAS «DESVENTAJAS» DE LOS MIGRANTES
Del mismo modo, pide prestar más atención a los desafíos en áreas de alta concentración geográfica de migrantes. En este sentido, el estudio señala que los migrantes «tienden a vivir en barrios atrasados», que «tienden a acumular desventajas», incluso a través de «viviendas e infraestructura deficientes».
«Para los recién llegados, establecerse en vecindarios con una fuerte presencia de inmigrantes a menudo conlleva importantes beneficios, pero puede tener un costo a largo plazo en términos de un aprendizaje de idiomas más deficiente y acceso a buenos trabajos», recoge el trabajo de la OCD.
La organización señala que la política «no debe tratar principalmente de prevenir la inmigración inicial a áreas específicas, sino más bien facilitar la emigración». «Es necesario prestar más atención a mejorar la vivienda y reforzar la integración en áreas concentradas, especialmente para las mujeres migrantes y con respecto al aprendizaje de idiomas», concluye el estudio.