El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, se ha vuelto a olvidar de los valencianos. Esta no vez no porque no haya tenido en cuenta absolutamente nada la realidad socioeconómica de sus vecinos, sino porque en su discurso de fin de año ha enfatizado más su rabia contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que otra cosa. Esta rabia acumulada de Puig contra todo lo que sea la capital viene de lejos. Pero las autoridades políticas valencianas no han dejado de alucinar al ver que Ximo ha aprovechado su discurso navideño para criticar una vez más a una presidenta autonómica que no tiene absolutamente ninguna competencia ni relación directa con Valencia. Pero Ximo a lo suyo…
Ximo no ha querido acordarse de todas las restricciones que impuso durante la pandemia y que tanto han perjudicado el comercio valenciano. En su lugar, ha preferido criticar a Ayuso porque no tenía nada mejor de lo que hablar. Que su territorio haya perdido considerablemente con su política yonki de las restricciones no ha sido un tema a tratar en el discurso. No ha habido disculpas, solo críticas a Ayuso porque al parecer lo que haga la presidenta de la Comunidad de Madrid le perjudica más que cualquier otra cosa. Con este mensaje, Ximo Puig parece haber querido deslizar a los valencianos que si les va mal este año no es por la pandemia, sino por culpa de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
«Vemos a dónde conduce el egoísmo centralista: a la división», ha asegurado el presidente autonómico. No está claro si Puig ha querido dejar claro que su perfil es presidenciable o si simplemente ha querido dar a todo lo que pudiera siempre que no tuviera que afronta su pésima política de restricciones que tan poco ha beneficiado a los valencianos, pero lo cierto es que Ximo también ha criticado el independentismo catalán en su discurso y ha dicho que «no lleva a ningún sitio». «Ya hemos visto adónde aboca el independentismo: a ningún sitio; también vemos adónde conduce el egoísmo centralista: a la división, y lo que necesitamos es sumar, con la palabra serena y sin gritos», ha comentado el presidente valenciano.
La obsesión de Puig con Madrid no es nueva. Para Puig, todos los males que tiene la Comunidad Valenciana es porque los impuestos de la capital son muy bajos. Quizá por esto no ha dejado de lanzar una crítica velada a Ayuso para que le queda claro que no es bienvenida en Valencia. En cierto modo, en Sol no ha llamado la atención que Puig utilice un espacio dedicado a los valencianos para sembrar el odio hacia Madrid. Total, lo lleva haciendo muchos años.
Lo que sí, Puig ha recordado «las 8.097 vidas valencianas que la pandemia se ha llevado» y dando fuerza a quienes están ahora «en el hospital o en casa pasando una enfermedad que ya han superado 570.000 valencianos». Esta Navidad, por fin, hemos podido mantener encuentros limitados con la familia, que tanta falta nos hacía. Ahora la respuesta a la pandemia ha de ser diferente porque la situación es diferente. Hace un año, en esta fecha, se habían puesto 5.000 vacunas y hoy ya rozamos las 10 millones de dosis administradas en la Comunitat Valenciana. Tenemos más defensas. Por eso -y siempre que la situación hospitalaria lo permita- en lugar de ‘Medidas de Restricción’ propias del 20, ahora tocan ‘Medidas de Protección’ propias del 22″, ha señalado Puig.
