Gazprom financia a los grupos antinucleares para mantener su negocio

Los lobbies empresariales actúan para proteger su negocio e intereses, pero ahora se denuncia con pruebas. Gazprom, compañía rusa y la mayor empresa gasística del mundo, habría financiado a los grupos antinucleares de Bélgica para evitar la construcción de estas centrales y mantener a salvo su negocio. Así lo ha denunciado Dominique Reynié, académico y politólogo francés, en una entrevista a la televisión CNews.

Ciertas grandes empresas energéticas rusas, como Gazprom, han estado metiendo dinero en diferentes estamentos sociales

Entre estos movimientos sociales no se descarta la presencia de importantes ONGs que habrían favorecido a Gazprom en sus informes. Reynié omite sus nombres, pero un repaso a varios informes, consultados por MONCLOA.com, sobre la gasística rusa emitidos por algunas de las grandes ONGs muestran cierta complicidad con la empresa. La financiación de Gazprom, una de las armas geopolíticas de Vladimir Putin para amedrentar a Europa, alcanzaría también a ministros de varios países europeos, como Bélgica, que se mostraron a favor de la energía nuclear y que poco después cambiaron de rumbo para oponerse al desarrollo de nuevas centrales.

ALGUNAS ONGS AVALAN PROYECTOS Y MANTIENEN DIÁLOGO CON GAZPROM

En algunos informes se llega a asegurar que Gazprom cumple con «todos los estándares» medioambientales en sus construcciones en Rusia, o bien piden a la empresa que no permita «una mayor destrucción» de la naturaleza. En ningún caso hay amenazas o actos contra la entidad rusa. Greenpeace, a tenor de su larga cola de acciones contra empresas, no estaría en la lista de las financiadas por la gasística rusa. Más cuando ha realizado protestas y acciones concretas contra la empresa.

putin Moncloa

«Ciertas grandes empresas energéticas rusas, como Gazprom, han estado metiendo dinero en diferentes estamentos sociales, como ONGs y movimientos antinucleares, en países como Bélgica para acrecentar la dependencia energética del gas ruso». Así de contundente se mostró el reconocido politólogo francés.

La financiación llegó a cumplir con los objetivos. El disgregado Gobierno de Bélgica se ha mostrado muy contrario al desarrollo de la energía nuclear, siendo uno de los países que pretende desconectar las centrales nucleares lo antes posible. De hecho, el pasado año aseguró que cerraría sus siete reactores antes de 2025, mientras que otras potencias europeas consideran que esta energía es crucial y desarrollarán nuevas plantas para eliminar su dependencia energética. De hecho, la Comisión Europea ha modificado el estatus otorgado a este tipo de energía, al considerarla «verde y limpia» con el fin de desarrollarla y evitar que el gas ruso sea clave para el Viejo Continente.

LAS ONGS HACEN EL JUEGO A GAZPROM REPARTIENDO YODO A LA POBLACIÓN

Algunas grandes ONGs de Bélgica han sembrado el pánico entre la población por el «peligro» que suponen las centrales nucleares. El accidente de Fukushima, provocado por un devastador terremoto y un posterior tsunami, sigue siendo un argumento recurrente. Sin embargo, en ese pequeño país el miedo se propaga con el reparto de pastillas de yodo entre la población que habita las zonas cercanas a los reactores nucleares. «Para prevenir el cáncer de tiroides», afirman desde una conocida ONG.

Este reparto de pastillas de yodo es recurrente y se intensificó en 2017. Primero en Alemania, después en Bélgica, donde forman parte del botiquín de primeros auxilios. Todo para hundir una energía limpia en favor del gas, más contaminante, pero más aún para llenar los bolsillos de los oligarcas rusos más afines a Putin. Entre ellos se encuentran Alexey Miller, Igor Sechin, el expolítico ruso Víktor Stepánovich Chernomyrdin y Alexander Valeryevich Dyukov.

Todos ellos se han visto afectados por las duras sanciones de Occidente a las empresas rusas, y además soportan el ‘corralito’ de Putin. Doblemente golpeados por apoyar al «dictador», como ha definido el primer ministro británico, Boris Johnson, al presidente ruso.

GOLPE A LOS OLIGARCAS RUSOS DE GAZPROM

Y es que, a Gazprom se le ha acabado el chollo con Europa. Su gas ya no es bienvenido tras la invasión a Ucrania, donde el ejército de Putin bombardea sin piedad zonas residenciales de las principales ciudades ucranianas. Asimismo, los soldados han comenzado a entrar en comercios, especialmente tiendas de electrónica, para saquear y obtener su botín particular de guerra.

Asimismo, la gasística ha sido expulsada del mundo del fútbol. Tanto la FIFA como la UEFA han roto todos sus acuerdos publicitarios, si bien han tardado en hacerlo. Y es que, no es fácil renunciar a 45 millones de euros por temporada. Su publicidad ahora podrá verse en las ligas rusas, pero no en Europa. Y es que, Rusia y todos los equipos del país, a excepción del ajedrez, ya no podrán disputar competiciones en suelo libre. Ni de fútbol ni de baloncesto. Además, algunos jugadores de estos equipos han rescindido de forma unilateral sus contratos con algunos clubes como respuesta a la invasión de Ucrania.

Por otro lado, Gazprom también ha perdido a sus socios, como la británica Shell, que ha decidido poner en venta su participación en empresas conjuntas con la gasística rusa. Asimismo, el gaseoducto de la discordia, el Nord Stream 2, no ha tenido su esperada inauguración en Alemania. El nuevo canciller, Olaf Scholz, lo ha rechazado por completo antes de la puesta en marcha de las sanciones económicas.

GAZPROM, DE BENEFICIO RÉCORD A QUEDAR MUY TOCADA

Los últimos resultados de Gazprom, correspondientes al tercer trimestre de 2021, auguraban un beneficio récord a cierre de ese ejercicio. En los nueve primeros meses ganó casi 22.000 millones de euros y la cúpula directiva mostró su «euforia». La empresa no sólo se dedica a entregar gas a los consumidores o a exportar esta materia prima a otros países, sino también al trading en el mercado, su principal negocio. Es decir, comprar y vender a futuro sobre la materia prima. De hecho, se dice en el mercado que Gazprom es juez y verdugo para fijar los precios del gas. «Ella sola se lo guisa y se come todo el pastel», apuntan fuentes financieras. «No tiene rival y es imposible competir contra ella», añaden.

Sin embargo, este mercado lo tiene también cerrado. No puede transferir divisas fuera del país ni operar en Occidente. Literalmente tiene el grifo cerrado pese a tener la llave del gas. Se trata de un paso importante a la hora de cortar las alas a este tentáculo de Putin, aunque tiene también importantes consecuencias en Occidente, como la falta de suministro. Una muestra de la dependencia energética de la Unión Europea y quizá este sea el punto de inflexión para iniciar otra estrategia energética de cara al futuro.