Ganadores de Operación triunfo que han quedado en el olvido

En 2001 llegó a las televisiones de toda España uno de los concursos musicales más importantes en la historia de la pantalla chica del país europeo, en donde surgían nuevas estrellas que prometían ganarse un espacio en el medio gracias a sus talentos. De igual modo, algunas figuras lograron trascender más allá del formato establecido y se impulsaron dentro de un mundo más que competitivo.

El éxito que tuvo este formato agarró de sorpresa hasta a los propios responsables de “Operación Triunfo”, quienes se asombraron el número de televidentes alcanzados. Lastimosamente, para los concursantes la burbuja de la Academia durante más de 3 meses fue realmente difícil.

La confesión de Nuria Fergó

La confesión de Nuria Fergó
Las palabras de Nuria Fergó

Nuria Fergó, concursante del programa en 2001, manifestó a través del documental que se realizó con el motivo del reencuentro de los participantes de aquella edición, que sufrió serios problemas psicológicos por haber participado del programa. “Lo vuelvo a decir y lo diré. Yo fui a un psicólogo. Y lo diré, digan mis compañeros lo que digan, todo el que entró ahí creo que estábamos para psicólogo, porque necesitabas desahogarte, explicar tu experiencia, cómo te tomas la vida, porque te agobias”, dijo.

Un problema que los persigue a todos

Un problema que los persigue a todos
Una dificultad que los persigue a todos

No solo los participantes de la primera edición de Operación Triunfo sufrieron padecimientos mentales y problemas de estrés, sino que Amaia Romero, concursante en el año 2017, aseguró que cuando salió no se enteraba de nada y se le vino el mundo encima. “De hecho, todavía no termino muy bien de digerirlo. Sigue habiendo temporadas en las que estoy un poco loca. He ido algunas veces al terapeuta para tratar mi inestabilidad emocional”, confirmó la cantante en una de las entrevistas realizadas años después de haber concluido su edición.

Entre el éxito y el olvido, un camino empinado para los artistas

Entre el éxito y el olvido, un camino empinado para los artistas
Un camino empinado para los artistas

El mundo en el que viven los concursantes en la Academia también se termina cuando acaba la edición. Muchos de los participantes dejan el espectáculo y se deben enfrentar nuevamente al mundo laboral debido a que hacerse un lugar en el espacio artístico es algo sumamente difícil. Gracias a los contratos firmados antes de concursar, los participantes deben seguir las indicaciones de los jefes de la cadena durante un tiempo indefinido, esto les genera problemas a la hora de tomar sus propias decisiones y seguir sus caminos.

Son solo intereses económicos

Son solo intereses económicos
Buscan intereses económicos

Javián, quien fue concursante de la primera temporada, confirmó la hipótesis generada sobre los fines que perseguía el programa, en la cual se aludía que eran solamente económicos y no artísticos. «Al final todo son intereses. Todos hemos tenido productora, pero es que no tienen obligación de ponernos una. Tienes que ir con esta premisa: voy a un programa en el que me lo voy a pasar estupendamente, voy a hacer un par de contactos, mi madre me va a ver en la tele y listo. Y si luego te llevas el pelotazo, pues genial», manifestó el artista.

Desigualdad en los sueldos

Desigualdad en los sueldos
Desigualdad en los sueldos

Otra de las problemáticas planteadas por los concursantes se encuentra en la diferencia de salarios que hay entre ellos y los ganadores, en la repartición de dinero por las giras realizadas. «Cuando salimos de la academia, vimos una cantidad de dinero que nunca habíamos visto en nuestras vidas», decía Bustamante al respecto. En este sentido, los artistas se mostraron enojados porque en la primera instancia solo les pagaron los viáticos, pero no una remuneración por el trabajo ejecutado y las horas empleadas.

El karma de los ganadores

El karma de los ganadores
La maldición de los ganadores

Son pocos los ganadores que han logrado triunfar por fuera del programa. La concursante Nia, a pesar de su extenso talento, deberá esforzarse mucho más para ganar un hueco en la música debido a que la victoria en “Operación Triunfo” no garantiza un éxito en lo musical. No está de más mencionar, que solo Rosa López y Lorena Gómez pudieron concretar una carrera larga y exitosa en el medio (sin hablar del apoyo del público, algo todavía más difícil de conseguir).

El triunfo es efímero

El triunfo es efímero
Triunfo es efímero

Una vez que estás dentro, nunca querés salir” es una de las frases más comunes que se pueden escuchar en el medio artístico. Pero para los concursantes la fama dura solo un segundo, debido a la renovación de las entregas y a la sobrecarga que sufren por parte de las productoras cuando inician su camino en el mundo del espectáculo, ya sea cantando o actuando. A esto se le suman las “miserias” y la falta de lealtad de muchos colegas que ven en ellos una competencia a borrar.

La audiencia de Operación Triunfo

La audiencia de Operación Triunfo
La audiencia de Operación Triunfo

Las dos primeras entregas de Operación Triunfo solo lograron llegar a 2,7 millones de personas. Dichos números fueron aumentando debido a que en la tercera fueron 5 millones de personas, en la octava siete y en la última más de 12. “Como director tenía muchas dudas al principio porque no arrancaba, pero descubrí que esto funciona cuando la audiencia se enamora de tu casting. Y eso puede ser el amor a primera vista de los fans o el enamoramiento más lento de irse ganando a la gente”, dijo Tinet Rubira, director del concurso.