Ortuzar dice que el PNV no llevará «al abismo» al Gobierno

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha afirmado que el PNV no llevará «al abismo» al Gobierno de Pedro Sánchez, pero le pide no «avergonzarse» de sus socios y «espabilar». «No somos el único actor. Los catalanes están muy cabreados», incide.

En una entrevista concedida a Diario Vasco, el dirigente jeltzale no descarta, sin embargo, que Sánchez apriete el botón de adelanto electoral, ya que «puede tener esa tentación después de ver los resultados en Andalucía».

En lo que respecta a la relación del PNV con el Gobierno central, Ortuzar dice que por la situación política en general, más que de sombras, se está «en un momento de penumbras». Según denuncia, «las cosas no se están haciendo bien y eso trae consecuencias».

«Ninguno de los que estamos a su alrededor queremos romper, pero no podemos seguir así. Necesitamos una reacción positiva del Gobierno. Si quiere terminar la legislatura, tiene que ganárselo», considera.

Pese a reconocer que no corre peligro el Ejecutivo central de perder al PNV como socio más estable, sí subraya que los jeltzales son «un socio a disgusto», ya que no les gusta «cómo están respondiendo a los trompicones de la política española».

«En política yo tengo un termómetro para medir las confianzas: el grado de cumplimiento de los acuerdos. Y las cosas están muy paradas; no avanzan. Diría que en estos momentos estamos en una crisis de confianza», advierte.

No obstante, rechaza que el PNV tenga un ‘plan B’, y manifiesta su deseo de que «este Gobierno siga adelante». «Somos partidarios de agotar la legislatura, pero no a cualquier precio. Tiene que servir para hacer las cosas que se dijo que se iban a hacer. Tanto el presidente como los ministros tienen que darse cuenta de que los socios lo somos los 365 días del año. No solo cuando hay votaciones complicadas», detalla.

Por ello, reclama, entre otras cuestiones, que se cumpla con los 12 puntos del acuerdo de investidura, así como desarrollar el Estatuto de Gernika, empezar a hablar del nuevo estatus, hacer las reformas de la Ley Mordaza o la de Secretos Oficiales.

«El Gobierno lo está haciendo mal. Y tiene que hacer apuestas claras. A veces da la sensación de que se avergüenza de los socios que tiene. Piensa: ‘¿Cómo te voy a dar esto? ¡Se van a enfadar en Andalucía!’. Entonces, ¿qué pintamos? Pero tenemos un sentido de responsabilidad democrática y no podemos dejar de ver que la otra opción que hay para un posible Gobierno en España sería un retroceso en términos democráticos y de progreso social altísimo. Porque sería un Gobierno del PP con la mochila de Vox», considera.

A su juicio, «el Gobierno no tiene que «avergonzarse» de tener una «relación privilegiada con ERC o con el PNV» e incide en que hace tiempo que no mantiene contacto con el presidente Sánchez, aunque sí ha hablado con ministros.

«El Gobierno tiene que espabilar ahora. Ellos saben, y quizás es el error que cometemos, que con nosotros la sangre nunca va a llegar al río porque tenemos muy metido ese sentido de la responsabilidad. Y no va a ser el PNV el que lleve al abismo a este Gobierno. Pero no somos el único actor. Los catalanes están muy cabreados», advierte.

Asimismo, Ortuzar no descarta que Pedro Sánchez adelante las elecciones y cree que «puede tener esa tentación después de ver los resultados en Andalucía».

Respecto a las transferencias pendientes, indica que, «desgraciadamente, no hay ninguna novedad» y se está ante «un Gobierno parado por la coyuntura». «Le tiene miedo a cualquier avance porque puede recibir un ataque de la opinión pública española más dura: ‘Nueva cesión al PNV a cambio de sus votos’. Y no quieren eso», critica.

EMPRESARIOS

Por otro lado, dice que hay gente «interesada en abrir una brecha en Euskadi entre el mundo empresarial y las instituciones vascas» y subraya que, «en la globalidad», no ve al mundo empresarial vasco «divorciado de las instituciones, y menos al revés».

No obstante, reconoce que el mundo empresarial vasco es «muy amplio y plural», de tal modo que «puede haber legítima presión para que en Euskadi cambien cosas y que nos parezcamos a Madrid».