Irse derrotado como Felipe o ‘invicto’ como ZP: Sánchez medita su final

Felipe González dejó el liderazgo del PSOE tras perder por la mínima las generales de 1996 y José Luis Rodríguez Zapatero se marchó de la secretaría general dejando una herencia electoral envenenada a Alfredo Pérez Rubalcaba, que poco pudo hacer en las urnas de 2011.

Viendo ambos ejemplos, Pedro Sánchez tendrá que elegir si presenta en 2023 su ‘última’ batalla por el bien del partido o prefiere apartarse para que se socarre su sustituto, Félix Bolaños o Adriana Lastra son los únicos nombres que han sonado en Ferraz.

POR MUERTO

Es cierto que algunos gurús pronostican el inminente final de Sánchez, que se ha quedado sin puntales imprescindibles para la legislatura por el Pegasus o ‘Catalangate’. Además, las encuestas pronostican una cada vez más claro triunfo del centro-derecha tras la caída política de Pablo Casado.

Pero cabe recordar que otras muchas veces se había dado por muerto a Sánchez, ‘Manual de resiliencia’ es su libro, y que el actual presidente del Gobierno se ha repuesto a varias guerras internas y a varias batallas contra sus adversarios políticos.

MALAS ENCUESTAS

Las malas perspectivas del PSOE pueden invitar a Sánchez a no presentarse a la reelección. Pero al líder socialista le quedan al frente del Gobierno todavía dieciocho meses, seis de ellos también como presidente de la Unión Europea.

Este último cargo puede ser utilizado de trampolín electoral contra el Partido Popular, al que le siguen lloviendo casos de corrupción a pesar de que Alberto Núñez Feijóo intenta tomar distancia con ellos. En La Moncloa confían que la resurrección del espacio de Unidas Podemos bajo el liderazgo de Yolanda Díaz nivele los sondeos entre los bloques progresista y conservador.

EFICAZ

Sánchez quiere fijar en el imaginario colectivo que el Gobierno es un organismo «eficaz». Uno de los argumentos del socialista ha sido la puesta de un tope al precio del gas para electricidad, lo que supondrá, según él, «la reducción de entre un 15 y un 30%» en la factura de la luz y «beneficiará a 30 millones de hogares».

«El Gobierno, cuando ha tenido que optar, siempre ha elegido proteger a las familias a las empresas a las industrias frente a algunas declaraciones de listillos que se pasan de listo», asegura. Según Sánchez, la derecha y la ultraderecha españolas practican «la política malsana, la política que antepone los intereses partidistas«.

PALOS SOCIALISTAS

La marcha de Carmen Calvo, Iván Redondo y José Luis Ábalos de La Moncloa ha dejado casi solo a Sánchez, que se ha rodeado de una reducida camarilla de socialistas entre los que destacan Óscar López, Santos Cerdán, Adriana Lastra y, sobre todo, Félix Bolaños.

Todos ellos están intentando dificultar la llegada de Feijóo al liderazgo de la oposición. El navarro Santos Cerdán asegura sobre el PP que «de un partido que calla la corrupción con mentiras no podemos esperar nada».

El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Felipe Sicilia, ha lanzado una batería de preguntas al principal partido de la oposición: «¿Qué opinión le merecen al PP de Feijóo las grabaciones que hoy han sido publicadas?; ¿seguirá Feijóo negando la evidencia?; ¿pedirá Feijóo explicaciones a Cospedal tras las grabaciones que hoy hemos escuchado?; ¿Seguirá el PP negando que es un partido condenado hasta tres veces por la Justicia y podrido por la corrupción? A Feijóo se le acumulan los pillos, las libretitas y las explicaciones que esperemos dé pronto».

Sicilia asegura que «es el mismo PP de Aznar, el de M. Rajoy, el de Casado y el de Feijoó. Un partido carcomido por la Gürtel, por la Púnica, por la Kitchen, y ahora también por el caso de las mascarillas en Madrid».