El pasado año más de 1.000 personas murieron en España a causa de accidentes de tráfico, y otras casi 4.000 resultaron heridas a causa de estos siniestros. Los accidentes en carretera son la principal causa de muerte en nuestro país que no está relacionada con ninguna enfermedad y la carretera está considerada como el medio de transporte más peligroso, muy por encima de aviones, barcos o trenes. Entre las principales causas de accidentes de tráfico se encuentran el cansancio, la velocidad, las distracciones y, por supuesto, el alcohol, que causa casi la mitad del total de accidentes.
La tasa de alcohol que permite la DGT
Actualmente, la Dirección General de Tráfico establece que la tasa máxima de alcohol en sangre para un conductor es de 0,25 mg de alcohol por aire expirado, y de solo 0,15 mg para los conductores con menos de dos años de experiencia, es decir, para conductores novel. En caso de superarse esa cantidad, el conductor estará cometiendo una infracción y será sancionado por ello y, en caso de que superen los de 0,60 miligramos por litro de aire espirado o una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro en la prueba, el hecho será considerado como un delito penal y las consecuencias serán mucho más graves. La norma es mucho más estricta con los conductores noveles, cuya tasa tiene que ser cero en todos los casos. Además, es importante saber que esta normativa se aplica a todos los medios de transporte y no solo en coches, sino que también afecta a bicis, patinetes, etc.
