Hacia el noreste de Cataluña, la zona de Calonge regala un microclima suave durante las cuatro estaciones, con tierras cuyo nivel freático es ideal para el cultivo de la vid. Estas y otras ventajas fueron identificadas por dos enólogos emprendedores, Jordi Eduard García y David Saavedra, quienes han hecho de su viñedo un oasis de tradición agrícola, perfecto para producir vinos únicos de la bodega Viníric, entre los que destacan el Vella Lola, el Propòsit y el Finques Incansables.
Combinación de técnicas tradicionales e innovadoras
Alrededor del macizo de las Gavarres confluyen los vientos fríos de la »tramuntana» y los veranos cálidos y secos, una combinación que se suma a la tierra rica en gravas, arenas, limos y arcillas que le han otorgado al lugar la denominación de origen Empordà.
Con pasión y perseverancia, Viníric transforma el fruto de las viñas en vinos con carácter propio. Saavedra explica que, en Viníric, aplican conocimientos diversos: “Desde los tradicionales, como el seguimiento de las fases lunares y el uso de abonos naturales, hasta las técnicas más innovadoras, como fermentaciones en frío, inertizaciones y otras.
Las uvas Garnatxa, la variedad Tempranillo y la Syrah, dan origen al vino Vella Lola Tinto, un elixir que aporta sensación de frescura y un sabor afrutado y atrevido, con un color rojo potente proveniente de la no clarificación. Durante cuatro meses, las variedades de Vella Lola permanecen en barricas de roble francés, en diferentes variantes. El Vella Lola blanco es aromático, con buen cuerpo, gracias a la unión de la Garnatxa blanca, con Macabeo, Xarel·lo y Moscatel. En su versión de vino rosado, este producto de Viníric es muy fresco y voluptuoso gracias a que está hecho de 100% Garnatxa.
Potencia o suavidad, para todos los gustos
Con una potencia que sobresale en sabor, color y permanencia en boca, el vino Finques Incansables hace alarde de su intensidad y ha sido declarado el orgullo de Viníric. El producto se obtiene sin modificaciones, sin clarificar, ni estabilizar. “Lo que sale de la vid es lo que te bebes”, destacan los líderes de la bodega desde la página web, donde los clientes pueden adquirir las diferentes cosechas de los viñedos.
La marca Propòsit, en cambio, está dirigida a los amantes de los vinos más tranquilos, ideales para uso gastronómico. Las variedades autóctonas de corta crianza ofrecen notas afrutadas, que dan cuerpo y frescura. Con una acidez viva y un verde potente por su no clarificación, el blanco de Propòsit supera toda expectativa, mientras que el tinto concreta una entrada tímida, que al final sorprende con su contundencia.
Las fincas de Calonge regalan la vid, mientras que el conocimiento e inspiración de los productores y agricultores hacen posible la preparación de auténticas joyas artesanales. Todo el sabor del norte de Cataluña está a solo un clic de llegar a toda España y más allá, con el esmero y la pasión que guían el trabajo en la bodega Viníric.