El secretario primero del PSC, Salvador Illa, ha dejado en manos de ERC y Junts la sustitución de Laura Borràs tras su suspensión como presidenta del Parlament, y ha asegurado: «Yo no la voté para que presidiese el Parlament. Los que la votaron son los que primero tienen el derecho moral de resolver este asunto«.
En una entrevista en ‘Nació Digital’ este lunes, recogida por Europa Press, ha defendido que las instituciones deben estar por encima de todo y ha apostado por una presidencia de la Cámara catalana «en plenitud de funciones«.
Ha insistido en que esta situación debe de estar resuelta antes del 15 de septiembre, y ha añadido que le preocupa mucho «que esta situación de inestabilidad crónica del Govern fruto de las discusiones constantes entre ERC y Junts se traslade ahora al Parlament y lo perjudique«.
Illa ha pedido «altura de miras» y ha subrayado que él no quiere sacar rédito político de la situación de interinidad, al ser preguntado por si debería aplicarse el artículo 180 del Reglamento del Parlament, que habla de la revocación de cargos designados por la Cámara.
«Veremos cuando comience a haber interlocución qué soluciones se pueden encontrar«, y ha repetido que quienes votaron a Borràs son quienes se deberían sentir concernidos para resolver esta cuestión.
PRESUPUESTOS CATALANES
Sobre los Presupuestos de la Generalitat, el líder socialista ha lamentado que el Govern tenga «intención de impulsarlos con una parte«, ya que él querría que fuesen unas cuentas de todos, por lo que ha subrayado en que su oferta para negociar las cuentas es seria y no retórica, en sus palabras.
«Estoy dispuesto a trabajar. Sería bueno para Cataluña que tuviésemos el apoyo más amplio posible«, ha deseado Illa, que ha comparado la situación con el acuerdo que lograron para aprobar la ley del catalán, y ha criticado que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no se abra a explorar la vía de negociar con el PSC.
Illa ha censurado que el Govern siga apostando por la CUP y los comuns: «Decir que ni hablar y empeñarse en hacerlo con la CUP, que dice que habrá una cuestión de confianza pendiente… No quiero pinchar, pero es un planteamiento muy cerrado».