El Ministerio de Defensa sigue enviando a Ucrania su material de defensa más prescindible

El Ministerio de Defensa de España ha mandado, el pasado 6 de octubre, un nuevo convoy a Ucrania compuesto por vehículos ligeros todo terreno, ambulancias y material sanitario, apreciándose en las imágenes que dichos utilitarios militares son del cuestionado modelo del 4×4 Santana Aníbal.

La salida del convoy, a la que asistió la ministra de Defensa, se produjo desde  el acuartelamiento “Fernando Primo de Rivera” sito en la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid), sede del  Grupo de Apoyo a la Proyección (GAPRO) del Ejército de Tierra (ET). Según el Ministerio de Defensa este convoy se compone de ocho vehículos ligeros, dos ambulancias y cinco toneladas de material sanitario diverso, transportados en camiones, siendo su destino inicial Polonia.

Los vehículos y el material sanitario han sido provistos por los Ejércitos, la Armada y la Unidad Militar de Emergencias (UME), y dispuestos para el transporte por parte la eficaz GAPRO, unidad que proporciona sostenimiento logístico a las operaciones y ejercicios tanto en territorio nacional como en operaciones en el exterior.

Gracias a las imágenes podemos ver que los todoterrenos son del modelo Aníbal, de la desaparecida firma Santana Motor que tenía sede en Linares (Jaén). En 2002 la empresa, que solo subsistía gracias a las ayudas públicas de la Junta de Andalucía, presentó dicho todoterreno, que era  básicamente el anterior modelo Santana 2500 propulsado por  un motor Iveco de 2800 cc, dotado de inyección directa por raíl común y con una potencia 125 CV. Desde el principio se vieron carencias, como su mediocre suspensión de ballestas y que es un vehículo incómodo sobre todo para hacer largos trayectos, aunque a cambio su precio era bastante bajo, lo que le hizo atractivo para hacerse con varios concursos públicos.

52408547525 4b469d74f7 o Moncloa
Militares de la GAPRO observan uno de los Santana Aníbal enviados a Ucrania. (Foto Ministerio de Defensa de España)

Así en 2003 ganó un concurso inicial del ET que requería de  750 unidades, imponiéndose a la oferta de Urovesa, una empresa gallega que se presentó con su 4×4 VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctica), que tenía  mejores capacidades todoterreno y había sido diseñado en origen para su uso militar. 

En tal decisión influyó mucho la política, según la prensa de la época, ya que la Junta de Andalucía, por entonces liderada por Manuel Chaves, presionó al Ministerio de Defensa, encabezado por el también socialista  José Bono. Dicha preferencia se volvería a demostrar en 2005 con la compra de otras 225 unidades por la por entonces recién creada UME.

Según los contratos se sucedían, sobre el terreno se evidenciaba  que la decisión era nefasta, a medida que se publicaban informes técnicos desfavorables del gran número de averías, que  afectaban la seguridad de los ocupantes. Esta situación obligó al ET en octubre de 2008 a inmovilizar momentáneamente toda la flota y repatriar a los Aníbal desplegados en el extranjero. 

A este material que ya va camino de Ucrania, se suman las cuestionadas ametralladoras CETME Ameli de 5,56 mm entregadas por el Ministerio de Defensa a Kiev al principio del conflicto, que en España se tuvieron que retirar por los continuos fallos a poco de su entrada en servicio. Igualmente también se habría entregado a Ucrania una veintena del denominado Transporte Oruga Acorazado (TOA) M-113; aunque en este caso hablamos de un soberbio sistema de diseño y fabricación estadounidense, son unos medios muy antiguos. Las primeras unidades las recibió el ET en los años sesenta del pasado siglo, y solo los múltiples retrasos en el desarrollo y fabricación del Vehículo de Combate de Ruedas (VCR) 8×8 Dragón hacen que se deban mantener en servicio.   

Volviendo al convoy, que salía de Alcalá de Henares,  tardará cuatro o cinco días en llegar a Polonia, muy posiblemente a la ciudad de Rzeszow, donde se centraliza la ayuda militar dada por los países de la OTAN y otras naciones, y se entrega a las autoridades ucranianas.

Durante los próximos días se realizará un nuevo envío de otros 12 vehículos pesados, que serán proyectados por vía marítima desde el puerto de Bilbao hasta alguno polaco, y desde allí por vía terrestre hasta un centro logístico de este país.

Durante la salida, el recientemente nombrado jefe del GAPRO, el teniente coronel Francisco Quesada, ha detallado el operativo y el cargamento del último envío: “En total se van a trasladar 22 vehículos, de ellos nueve camiones de transporte pesado, cuatro ambulancias, dos de ellas todoterreno y dos de carretera, unas 80 toneladas solo en vehículos”.

Con estos dos nuevos envíos se da continuidad al compromiso del Ministerio de Defensa, siempre salvaguardando la operatividad propia como se aprecia por el material entregado, de proporcionar apoyo sostenido a Ucrania en la guerra que libra contra Rusia desde hace más de siete meses.

España actúa en coordinación con los países de la OTAN, UE y con el Grupo de Donantes, integrado por 45 países, y ha aportado unos discretos 200 millones de euros con los que ha contribuido al Fondo Europeo para la Paz para Ucrania.

En líneas generales, según el Ministerio de Defensa la ayuda aportada ha consistido en artillería de campaña, combustible, vehículos acorazados, sistemas de misiles, aunque principalmente ha constado de material sanitario y vestuario y equipamiento invernal. Además, se ha comenzado a brindar un adiestramiento básico a fuerzas ucranianas en España.