jueves, 12 diciembre 2024

Albert Rivera descarta volver a política y cree que Sánchez aguantará hasta el final: «Tiene más ganas que nadie»

El expresidente de Ciudadanos Albert Rivera ha negado este miércoles que vaya a regresar a la política y ha pronosticado que Pedro Sánchez será jefe del Gobierno hasta el «último minuto»: «Sánchez era y es la persona que más ganas tiene de ser presidente«.

Rivera ha dicho que se marchó «de verdad» cuando en noviembre de 2019 presentó su dimisión tras caer de 57 a 10 diputados en pocos meses. «Las segundas partes nunca fueron buenas», ha señalado el expolítico y ahora socio director de una nueva consultoría.

Incluso la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que ha sido la encargada de presentarle en un coloquio del Club Siglo XXI, ha descartado que Rivera vaya a retornar a la primera línea política: «Albert no vuelve, lo siento, pero eso no quiere decir que no tenga opinión, porque es un político aunque no desempeñe el oficio«.

En el plano de la actualidad, el exlíder ‘naranja’ ha manifestado que la legislatura será larga porque Sánchez «tiene bastante apego por el poder y va a aguantar hasta el final». También porque el Gobierno, pese a «sus discrepancias», está «más unido» que la oposición, ha opinado.

«Creo que vamos a una legislatura larga y si alguien pensaba que fuera corta, es que no conoce a los jugadores», ha asegurado, antes de agregar que no le ha sorprendido que el Gobierno llegue «tan lejos» con sus socios. A este respecto, ha señalado que la «gran mentira» de Sánchez en 2019 fue que «estaba encantado de pactar con el PP y Cs y le agobiaba pactar con Podemos y los nacionalistas«.

Además, Rivera ha hecho hincapié en que Sánchez tiene incentivos para seguir como el reparto de los fondos europeos y la Presidencia de turno de la Unión Europea que el año que viene tendrá España.

«Sánchez era y es la persona que más ganas tenía de ser presidente de España y a cualquier precio. Eso no es loable pero es la realidad», ha expresado, añadiendo que él advirtió «de lo que iba a pasar»: que el PSOE iba a pactar con Podemos y nacionalistas.

Preguntado por si es partidario de una moción de censura contra Sánchez, tal y como ha planteado Ciudadanos, el exdirigente ha preferido no posicionarse pero ha tachado de «reprochable social y políticamente» que se cambie el Código Penal «a medida de cualquiera y con apellidos», sea «Junqueras, Puigdemont o Bárcenas».

«Si quieren modificar el Código Penal vayan a una comisión parlamentaria con un debate serio. Esto no se hace en caliente ni a demanda de un político corrupto ni sedicioso«, ha remarcado.

Rivera ha dicho no tener esperanzas de que la agenda reformista sea protagonista en los próximos años, sino que será un debate «polarizado, simplista, de conmigo o contra mí».

En esta línea, el exdiputado ha considerado un «clamor» que se reforme la Administración pública y que las clases pasivas, como los pensionistas, no manden «sobre la España productiva»: «Es un drama».

Cambiando de tercio, Rivera ha sostenido que Europa está perdiendo protagonismo en la política internacional en favor de Asia y ha llamado a hacer autocrítica con la prioridad que se le está dando a la denominada Agenda 2030: «No está tan claro que las empresas y las familias compartan el mismo discurso» que las autoridades de la transición energética cuando hay una guerra por medio y «mientras China hace lo que le da la gana». «La realidad es que las factura no las pueden pagar ni las empresas ni las familias», ha denunciado.

Y de cara a las elecciones de 2023, Rivera ha declarado que las encuestas –«no las del CIS, muy difíciles de creer»– apuntan hacia una «mayoría de centro derecha» en España si el PSOE no retiene comunidades como Valencia, Aragón, Extremadura o Castilla-La Mancha.

En cuanto al futuro de la formación que fundó y presidió, Rivera ha mostrado «respeto absoluto» a la toma de decisiones de la actual dirección que encabeza Inés Arrimadas, si bien ha afirmado que no le interesa el debate abierto sobre la refundación del partido.

Ha indicado que no está al día de lo que ocurre en el partido, pero ha querido resaltar que el modelo que tuvo él era «profundamente democrático», con primarias, un presidente y un secretario general, al ser preguntado por el cambio de estructura que se plantea Ciudadanos en su proceso de escucha para que desaparezca la presidencia y haya dos direcciones, una orgánica y otra política.

«Ahora lo vivo como cualquier otro ciudadano, ahora no lo vivo tan dentro. No recuerdo ya siquiera cómo eran nuestros estatutos y organigrama. Los debates orgánicos son legítimos, pero nunca me han quitado el sueño, no eran para mí un fin en sí mismo», ha concluido.