Por mucho que haya gente que se sienta joven por dentro, la edad es una realidad innegable que a todos nos va pasando factura. No solo a nivel físico surgen achaques y limitaciones cuando se aproxima o se entra de lleno en la senectud, sino que a nivel legal también se producen algunas limitaciones, por así decirlo. Así es lo que acostumbra a suceder a la hora de solicitar una hipoteca. Por eso no resulta extraño que a mucha gente le surja la duda de cuál es la edad máxima a la que uno puede realizar una de estas operaciones.
A lo largo de este artículo vamos a intentar resolver todas las dudas al respecto.
¿Hasta qué edad se puede pedir una hipoteca?
Poco a poco, es fácil ver que vivimos en una sociedad que va ralentizando sus plazos. O dicho de otra forma, la gente joven hoy tarda más en independizarse, encontrar trabajo y, como es natural, en endeudarse solicitando un préstamo hipotecaria. ¿De qué manera condiciona esto a los bancos? Resulta difícil saberlo, pero lo que está claro son las normas como tales. En este sentido, y al contrario de lo que mucha gente piensa, no existe una edad concreta a partir de la cual los bancos no concedan hipotecas a sus clientes.
En cambio, y esto sí es interesante conocerlo, sí hay una edad máxima a la que la hipoteca se debe haber finiquitado; es decir, a la que ya se tiene que haber devuelto el crédito a la entidad. Esta puede cambiar de unos casos a otros, pero lo cierto es que suele remontarse a los 75 años la mayoría de las veces. También hay algunos bancos en los que el plazo aumenta hasta los 80 años.
