Mercedes González se convierte en el detonante de la «guerra de independencia» del PSOE de Madrid

El fichaje de Pepu Hernández es recordado como uno de los peores de la historia del PSOE. El dinero en forma de subvenciones se acorta desde su llegada por las aspiraciones electorales y hay una crisis de liderazgo tremenda que no consigue solventar el nombramiento de la ministra de Industria, María Reyes Maroto, como candidata. Pero ahora la salida de Mercedes González del juego socialista ha puesto una piedra más en el camino del PSOE. Desde la delegación madrileña del partido ya han avisado de que se sienten «atacados» tanto por Ferraz como por Juan Lobato, el flamante secretario general del PSOE de Madrid y han advertido de que intentarán buscar una aparente «independencia» del partido tan pronto Lobato se estrelle en las elecciones autonómicas.

La sensación en el PSOE de Madrid es que no les tienen en cuenta. Pero la salida por la puerta de atrás de Mercedes González al colocar a Reyes Maroto como candidata ha hecho más daño del esperado. La delegada del Gobierno mantiene un perfil bajo porque no sabe qué premio de consolación le darán desde Ferraz, pero los que esperaban crecer con ella en el Ayuntamiento de Madrid ya han dado un golpe encima de la mesa porque además han visto que fue Juan Lobato quien le hizo la cama para alejarla de su futuro político. Ahora no solo se augura una guerra interna contra el secretario una vez pierda previsiblemente las elecciones autonómicas, tal y como se puede ver en los sondeos. Ahora también se habla de una «guerra de independencia» del PSOE de Madrid contra Ferraz por el detonante de Mercedes González.

La realidad es que la delegada del Gobierno vendió desde hacía meses que sería ella la candidata del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. No se esperaba que Juan Lobato trabajara para apartarla y tener menos gallos en el gallinero. En cualquier caso, lo cierto es que el detonante de Mercedes González augura un estallido político sin precedentes en el PSOE de Madrid una vez pasen las elecciones. Pese a que la delegada del Gobierno en Madrid no quiere mantener una actitud altiva ni beligerante, lo cierto es que en el PSOE de Madrid hablan de tambores de guerra y de ansias de venganza contra Lobato, Ferraz y todo aquel que haya contribuido a sacar del plano político a los seguidores de la delegada. Ahora el PSOE no solo tiene una candidata que no contará con la vieja guardia socialista madrileña, sino que también las listas cremallera han convertido las opciones socialistas en algo irrisorio.

El PSOE de Madrid está en horas bajas. Tanto a nivel autonómico como a nivel municipal. Ni siquiera es la segunda lista más votada, dada la existencia de Más Madrid. Pero que ahora afronten una guerra civil que buscarán desde el PSOE-M para quitarse de encima la influencia de Ferraz es un problema con el que no contaban desde Moncloa. Reyes Maroto, por su parte, ha puesto a su jefe de gabinete, Juan Ignacio Díaz Bidart, a preparar el terreno, pero nadie se está preocupando por los mercedistas que están preparando la estrategia de guerra para lo antes posible, aunque tengan el horizonte electoral como punto de partida y como punto de referencia para dar el pistoletazo de salida.

Se habla de Pepu, del excandidato socialista en la Comunidad de Madrid Ángel Gabilondo e incluso de los errores de Mar Espinar, portavoz del grupo municipal socialista. Pero sobretodo se habla de las continuas injerencias de Ferraz en decisiones clave como el nombramiento de Mercedes González como candidata, algo que por primera vez había generado cierta sensación de consenso, dejando a un lado las pretensiones de otras concejalas que aspiraban exactamente a lo mismo. El detonante de Mercedes González llama mucho la atención en el PSOE porque por primera vez se habla de que el partido en Madrid se convierta en una especie de PSC con más autonomía. Eso siempre que el PSOE acepte mantenerlo así.