Estas son las razones por las que deberías dejar de comer carne poco hecha  

Siempre que vamos a un restaurante donde sirven carne, el camarero o la camarera nos pregunta si vamos a querer la carne hecha o poco hecha. Hay quienes prefieren tomar la carne poco hecha e incluso cruda porque consideran que está más buena o tienen ese punto de jugosidad que se pierde cuando está muy hecha. Según recoge la web “Consumer”, no es recomendable comer carne poco hecha y menos si la persona tiene un sistema inmune comprometido, es un niño o se trata de mujeres embarazadas

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El calor puede ayudar a la carne poco hecha 

El calor tiene muchas más ventajas de las que te imaginas. Permite inactivar y eliminar patógenos. Además de conseguir que los alimentos estén cocinados para comer, el calor consigue que esos agentes biológicos que son negativos para nuestros cuerpos desaparezcan convirtiéndose así la carne poco hecha en una carne cocinada y buena para el organismo. Uno de los principales impedimentos que encontramos cuando vamos a hacer carne es lograr que quede hecha por todas las partes de forma uniforme. En función del espesor que tenga la pieza, puede resultar más fácil o más difícil