Siempre que vamos a un restaurante donde sirven carne, el camarero o la camarera nos pregunta si vamos a querer la carne hecha o poco hecha. Hay quienes prefieren tomar la carne poco hecha e incluso cruda porque consideran que está más buena o tienen ese punto de jugosidad que se pierde cuando está muy hecha. Según recoge la web “Consumer”, no es recomendable comer carne poco hecha y menos si la persona tiene un sistema inmune comprometido, es un niño o se trata de mujeres embarazadas.
5Hay que evitar que se junte con otros alimentos
Si vas a cocinar carne y la tienes cruda en la nevera, te conviene alejarla todo lo posible de los alimentos listos para el consumo que no necesitan que se los cocine. Así es como se baja la contaminación cruzada. Una medida que puede tomarse para evitar la aparición de gérmenes es lavarse las manos siempre antes y después de tocar la carne cruda. Evita también que los jugos de la carne crudo toquen otros alimentos, utensilios, equipos o superficies. En caso de que lo tengas que hacer por necesidad, después desinféctalo todo bien.
