España se ha modernizado como ningún otro país en las últimas décadas pero nos siguen viendo como un país de costumbres arraigadas y muchas de ellas raras. Incluso nos siguen relacionando con clichés que ya poco tienen que ver con la sociedad española actual. De cualquier forma, nuestro país es uno de los más visitados del mundo y con cierto grado de inmigración, con lo que los extranjeros tienen una idea clara de nuestras costumbres y por tanto de lo que más gustan y menos. Vamos a ver lo que más descoloca o detesta alguien de fuera.
OTRAS COSTUMBRES Y NO TAN COSTUMBRES QUE MOLESTAN
Aunque somos uno de los países del mundo más queridos o que caemos mejor al resto (por algo nos visitan tanto al margen de nuestra riqueza monumental, de paisaje, playa, comida…), hay muchas más costumbres o de nuestra forma de ser que no gustan a los extranjeros, o al menos les dejan sorprendidos:
La contradicción entre lo orgullosos que a veces somos de nuestro país, aunque aún más de nuestro pueblo, ciudad o región, y lo poco patriotas que somos en general.
Las costumbres que consideran ya salvajes y de otra época, sobre todo en el tema animal, con las corridas de toros y todo lo que tiene que ver con el toro.
Nuestra patológica impuntualidad, tanto en lo social como incluso en lo laboral. Nos tomamos todo con calma, al menos para llegar a la hora acordada.
Nuestro bajo nivel de inglés. Somos el país de Europa con menor nivel del idioma planetario por excelencia, quizá en parte porque nuestro idioma es el segundo con más influencia del mundo.
