La vivienda es incompatible con el PSOE de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno en funciones ha negado la mayor en esta campaña electoral al asegurar que no llegó a ningún tipo de pacto con Bildu, el brazo político de ETA y que ha animado el debate con el lema ‘que te vote Txapote’ desde el año 2022, aunque se ha puesto más de moda en este momento. Uno de los favores de los socialistas a Bildu fue sacar adelante la ley de vivienda y como propina permitió a los de Óscar Matute presentarla en el Congreso de los Diputados.
Más allá de este tipo de acuerdos, el contenido de la normativa ha hundido al sector y dejado a la mano del mercado a inquilinos y propietarios, quienes prefieren ahora mantener los pisos vacíos o venderlos antes que ponerlos en el mercado. Quienes viven de alquiler, por su parte, no encuentran ofertas y si las hay se van totalmente del presupuesto, como se está registrando en las grandes ciudades. Asimismo, la normativa ha visto la luz en plena espiral alcista de los tipos de interés, en el 4% en la Eurozona y con visos de alcanzar cotas más elevadas.
«Aquí hay un problema de fondo y es un problema ideológico: elegir entre la vivienda como un derecho o como un bien de mercado. Eso a las derechas les incomoda», fue una de las frases que pronunció Matute en el Congreso de los Diputados, con los aplausos del PSOE, ERC y Unidas Podemos, entre otros, para respaldar esta ley. Fue a finales de abril y el INE ha puesto en su sitio, con datos y como le gusta a Yolanda Díaz, la situación real del mercado: la compraventa de viviendas se hunde y agudiza su caída libre.
LAS INMOBILIARIAS SECAN SU OFERTA CON LA LEY DE VIVIENDA
Con una mercado paralizado, el sector atraviesa el desierto tras la burbuja vivida por la pandemia. Por un lado, los precios de los alquileres se sitúan en máximos históricos, mientras ninguno de los propietarios quiere sumarse a la bajada de precios a pesar de que así lo exige la demanda. La razón de este comportamiento se debe en parte a la ley de vivienda, que no ofrece ningún tipo de seguridad jurídica a los propietarios. «Prefieren dejar el piso vacío antes de no poder cobrar a tiempo o la imposibilidad de echar al inquiokupa», apuntan fuentes del sector.
De hecho, con el pacto del PSOE con Bildu y ERC se ha estrangulado la oferta de alquiler; no hay viviendas en construcción, con un desplome del 70% sólo en la ciudad de Barcelona; y tampoco hay ahora inversores extranjeros, que prefieren mantenerse en otros productos ante la tendencia negativa de los precios en la Eurozona y Estados Unidos.
Las caídas en la compraventa de vivienda venían de un desplome del 10% y los pocos pisos y chalets que se venden se debe a situaciones de necesidad
Las cifras de compraventa continúan su caída interanual por cuarto mes consecutivo, con un descenso del 6,4% en el mes de mayo, el primer mes completo desde la aprobación de la ley de vivienda. En total, apenas 56.137 operaciones. La caída en abril alcanzó el 8,1%, mientras que en febrero y en marzo se hundió un 6,6% y un 5,7%, respectivamente, borrando todo el optimismo registrado en enero, cuando se incrementó más de un 6%.
DESPLOME DE LA COMPRAVENTA DE VIVIENDA
Las caídas en la compraventa de vivienda venían de un desplome del 10% y los pocos pisos y chalets que se venden se debe a situaciones de necesidad. «Las hipotecas se han encarecido en 300 euros al mes; la inflación se ha disparado y el ahorro es prácticamente nulo.
Los vendedores que tenemos aprovechan ahora, pero a estos precios no se cierran operaciones», señalan desde el mercado. Asimismo, creen que el panorama podría solucionarse si los precios se ajustaran, «pero nadie quiere ser el primero en hacerlo, aunque hay quien esta negociando descuentos del 5%», han apuntado.
Estos cuatro meses de caída muestran una situación que ni mucho menos invita al optimismo sobre los datos macroeconómicos en España. Y es que, si el dinero no se mueve en la economía, está está calada, por más que Pedro Sánchez se dedique a difundir a los cuatro vientos que España va como una moto. Habrá que ver las condiciones de ésta para poder confirmar sus palabras, más cuando la demanda interna se ha frenado prácticamente en seco. «Hasta los hijos negocian con la suegra poder irse de vacaciones a sus casas», señalan.
EL PARÓN EN LA VIVIENDA PONE EN ENTREDICHO A SÁNCHEZ
A los precios actuales, tan sólo los pudientes turistas pueden disfrutar de estancias hoteleras, cuyos precios en costa se han multiplicado. Aún así, los conciertos siguen llenos y entre los que acuden son jóvenes con un empleo más o menos estable, pero sin cargas familiares. «He ahorrado durante un año para poder ir al concierto de Madonna», señala un afortunado con dos entradas.
Para las inmobiliarias, que tan felices se las prometían con los cambios en el consumidor en 2020. El sector vivió una segunda burbuja al calor del teletrabajo y la búsqueda de viviendas con más superficie y piscina ante los inconstitucionales confinamientos. Ahora, en pleno verano de 2023 apenas hay ofertas y no hay promociones de obra nueva. Algunas fuentes del mercado hablan de un enfriamiento, pero ni mucho menos de parón.
«Un bache», una frase tan repetida como en 2007. «El mercado es robusto y resiste», apuntan. Pero la realidad es otra. Las inmobiliarias se lanzan ahora a vender habitaciones que antes estaban en alquiler, un síntoma de que el mercado no tiene esa robustez de la que hablan.